Salvador Illa ha anunciado lo que previsiblemente se veía venir. Un avance sostenido de la pandemia que cada semana va a más y que tiene a Madrid entre la espada y la pared
No solo Madrid está entre la espada y la pared, es que Cataluña empieza también a «preocupar» según palabras de Torra. Los más de 30.000 casos detectados este fin de semana pasado reflejan según el histórico una subida de casos al alza, donde no solo los contagios se dejan notar, las muertes también se han sucedido y ha dejado una cifra cercana a las 300.
El ejército anunciaba hace unas horas que disponía de 7500 soldados para controlar el foco de Madrid. La capital de momento se resigna a un confinamiento total, pero es un secreto a voces que finalmente acabará ocurriendo más pronto que tarde ya que las medidas parecen insuficientes con más de 700 casos por 100.000 habitantes.
Las medidas del Ejecutivo madrileño son entendibles para no destruir la economía, sobre todo después de que S&P vaticinara que España cerrará con una caída del PIB 11,5%. Si a esto le añadimos otro fuerte retroceso de la economía en otoño, las cifras pueden llevar a la ruina total tanto al Estado como a trabajadores y empresarios.
El equilibrio entre salud física y salud económica parece no encontrar un punto intermedio.