La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha reconocido que la cifra de paro que se registra en la provincia de Cádiz es «absolutamente inaceptable», por eso ha asegurado que el desarrollo económico de esta zona requiere de «una mirada específica» y un modelo de desarrollo industrial que sea «sostenible pero que ensanche los sectores productivos en esta provincia».
Así lo ha manifestado Díaz antes de participar en Cádiz en una reunión con el alcalde de este municipio, José María González, y con responsables de las organizaciones sindicales CCOO, UGT, CGT y de la Coordinadora de Trabajadores del Metal de Cádiz.
«Las cifras de desempleo de Cádiz estructurales a lo largo de toda la democracia son absolutamente inaceptables y, como he hecho en otras ocasiones, estoy donde hay que estar», ha expuesto la vicepresidenta, para añadir que «los ciudadanos de Cadiz merecen de la atención del Gobierno de España».
En opinión de la ministra de Trabajo, se están desplegando políticas públicas en materia laboral que «permiten vislumbrar que las cosas mejoran», explicando que la provincia de Cádiz «ha reducido 18 puntos los índices de temporalidad tras la aplicación de la reforma laboral«, algo que, ha subrayado, «indica que sí se pueden cambiar las cosas».
«Hoy, la situación del empleo en Cádiz, en términos también de paro, es infinitamente mejor que la de los últimos 40 años, pero desde la conciencia también de que queda muchísimo por hacer y que las cifras de paro de Cádiz son absolutamente inaceptables», ha repetido.
En ese sentido, ha manifestado que el Gobierno de España emprenderá «todas las acciones que se puedan llevar a cabo» para mejorar la situación laboral que vive la provincia.
Preguntada sobre el aumento de carga de trabajo en los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz, la ministra ha reconocido que esa situación es «cierta» pero «hay déficits estructurales que tienen que resolverse» y, por eso, ha repetido que ante un dato de paro «inaceptable» hay que proveer un modelo de desarrollo industrial que sea «sostenible» y «ensanche los sectores productivos en esta provincia».
«El riesgo de la dependencia de un sector dificulta las posiciones sociales en Cádiz y en otros muchos lugares. Pero creo que debemos de emprender un desarrollo profundo industrial que diversifique las actividades en un mundo en el que tenemos enormes potencialidades. Por tanto, insisto, los datos de Cádiz son los que son. También es verdad que la carga de trabajo es la que es», ha aseverado.
«Estamos peleando por salir de la espiral»
Por su parte, el alcalde de Cádiz, José María González, ha asegurado que “estamos peleando por salir de esa especie de espiral infinita de precariedad laboral a la que nos tienen condenados desde hace más de 40 años”.
González ha señalado que esta reunión entre los representantes de los trabajadores de la industria en la Bahía de Cádiz y la ministra, y en la que media el Ayuntamiento de Cádiz, “es una cuestión de justicia” ya que, según ha recordado, “los trabajadores y trabajadoras del sector industrial han protagonizado el mayor conflicto laboral de esta legislatura y ahora el Gobierno, aquel que envió a las tanquetas, tiende la mano a través de la ministra para escuchar sus demandas”.
El alcalde ha detallado que el encuentro ha girado en torno a cinco bloques: la industria aeroespacial y naval, la naval, Delphi, el cumplimiento del contrato fijo-discontinuo en el sector industrial y las inspecciones de trabajo. “Estamos contentos porque hemos obtenido el compromiso de la vía de diálogo abierta para que los trabajadores puedan denunciar los incumplimientos de los convenios laborales y desde el Ministerio se pueda sancionar estas conductas”.
En cuanto a la situación de la industria aeroespacial, el primer edil ha afirmado que “sin compartir en ningún momento el cierre de la fábrica de Puerto Real, la ministra ha asegurado que van a velar porque se cumplan cada una de las cláusulas del acuerdo y la pronta puesta en marcha del nuevo centro tecnológico”.
En este sentido, el representante de CGT, Juan Antonio Guerrero, ha denunciado que “de los 1.100 puestos de empleo que existían en las fábricas de Puerto Real y Puerto de Santa María y pese al acuerdo de que no se iban a perder ninguno, la plantilla se ha visto reducida a 700 a lo que hay que añadir la pérdida del suelo productivo, por lo que no podemos decir que esto haya sido una fusión sino una destrucción de mano de obra”.
En relación al sector naval y del metal, José María González, ha asegurado que “Navantia tiene que saber qué quiere ser. No es de recibo que mande a los funcionarios a buscar contratos en lugar de que vayan los altos mandatarios, como ocurre en otros países”. Además, “hemos abordado de forma muy intensa la figura del contrato fijo-discontinuo ya que es un fraude utilizar este tipo de contrato en este sector”.
Por su parte, Jesús Galván, representante de los trabajadores del Metal, ha pedido a la ministra que “la reforma laboral sea una herramienta eficaz y no un arma para el empresariado”. Han solicitado una mayor presencia de los inspectores de trabajo ante “las largas jornadas de trabajo y que haya mecanismos de control en las bolsas de trabajo, en los tornos y en las subcontrataciones”.
En esta misma línea se ha pronunciado también el representante de CCOO, Juan Linares, quien ha avanzado que “no puede haber estabilidad en las empresas auxiliares si se sigue abusando del contrato fijo-discontinuo”.
Linares ha explicado que “se están perjudicando las condiciones laborales de este tipo de trabajadores quienes no se benefician de los pluses de los convenios laborales o pueden llegar a acumular más horas de las que establece el cómputo anual”.