El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido este jueves en Granada al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a su llegada a la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) que reúne a cerca de medio centenar de líderes en la ciudad andaluza que Sánchez ha ensalzado como «capital de Europa y capital de paz».
«Granada es hoy la capital de Europa y la capital de la paz. Esta ciudad representa muchas cosas, la más importante es el respeto a distintas culturas, civilizaciones, y ese es el mensaje que queremos enviar al resto del mundo: Europa es un proyecto de paz«, ha expresado Sánchez en declaraciones a la prensa.
La CPE surgió como respuesta de unidad del continente a la invasión rusa de Ucrania por lo que la presencia de Zelenski, sin confirmar hasta el último momento por razones de seguridad, tiene especial relevancia. Es, además, la primera visita del presidente ucraniano a España desde el inicio de la guerra.
Sánchez ha avanzado que antes del arranque formal de la cumbre tendrá una reunión bilateral con Zelenski y ha querido dejar claro el apoyo de los gobiernos y sociedades europeas a Ucrania mientras siga la guerra y el compromiso de acompañarle en su camino de reformas hacia la adhesión a la UE.
A continuación, dará comienzo la parte oficial de la cumbre en la que los mandatarios se repartirán en distintas mesas de debate para abordar cuestiones como el multilateralismo y el modo en que la guerra en Ucrania está afectando el orden internacional; la autonomía energética del continente y la Inteligencia Artificial bajo una «perspectiva humanista».
El viernes Granada seguirá siendo escenario de una cumbre, esta vez a Veintisiete, para que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea inicien la reflexión para fijar la agenda estratégica de los próximos años y aborden también la necesidad de reformas para que el bloque se prepare para su ampliación con la entrada de nuevos miembros.
Preguntado por las perspectivas de adhesión de Ucrania y otros países candidatos, Sánchez ha aclarado que la UE debe primero abordar el «gran debate» de cómo articular el paso de 27 miembros «a 35» porque ello exigirá «muchos desafíos desde el punto de vista interno».
En todo caso, el presidente del Gobierno ha destacado que España tiene una «posición sistémica» como país «abierto a las ampliaciones», como Estado que en el pasado se benefició de una ampliación europea y por tanto «abierto, empático» con el debate sobre la perspectiva europea de los candidatos.
Gestión migratoria
La presión migratoria será otro de los asuntos clave del debate a 27 el viernes, un asunto sobre el que Sánchez ha apuntado la importancia de concluir las negociaciones que permitan adoptar un Pacto de Migración y Asilo europeo que equilibre la responsabilidad y la solidaridad de todos los socios.
«Lo que no puede ser es que determinadas zonas de nuestro país, pienso por ejemplo en el sur de España o también en las Islas Canarias o en las Islas Baleares, hagan frente y asuman todo ese fenómeno de migración irregular sin la solidaridad del resto de los países europeos», ha razonado, para destacar que en las posiciones para negociar la reforma de la política de migración y asilo se ha logrado ese «punto de equilibrio» que es «de interés para España».
Reconocimiento por el Mundial
Sánchez ha aprovechado la cita europea en Granada para celebrar también que la FIFA haya decidido conceder a la candidatura conjunta de España, Portugal y Marruecos la organización del Mundial de Fútbol de 2030.
«Todo al final encaja y nos hace proyectar una imagen de España que creo que realmente es muy positiva: Es de valores, de deporte, de convivencia. Es un mundial donde al final dos continentes, el europeo y el africano, se encuentran y en donde proyectamos lo que realmente es nuestra sociedad y nuestro país», ha valorado Sánchez.
Unidad frente a la amenaza rusa
Pedro Sánchez ha asegurado por otro lado que sigue habiendo una «firme» vocación de unidad entre los líderes europeos en contra de la agresión rusa contra Ucrania, que amenaza la estabilidad y la seguridad global.
En su intervención ante el plenario de la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) en Granada, el presidente ha incidido en que la distancia física de 4.000 kilómetros entre la ciudad andaluza y Kiev y no los 20 que había entre Chisinau, la capital de Moldavia donde se celebró la última reunión, no influye en el mensaje.
En su opinión, «a pesar de la enorme distancia, incluso física, que nos separa, nuestra vocación de unidad frente a la agresión rusa es aún más firme», como también lo es la «voluntad de cooperación frente al imperialismo de Putin» y la «apuesta por el diálogo, por la paz, por la estabilidad y por la seguridad de Europa frente al uso injustificado de la fuerza».
La CPE ha sostenido «es expresión de un afán compartido» de colaborar «para construir la Europa del futuro» con independencia de la ubicación en el continente o la pertenencia o no a la UE. La comunidad está integrada por los 27 estados miembro de la UE y otros 17 países europeos que no forman parte del bloque.
Esa Europa del futuro, ha subrayado Sánchez, «solo puede levantarse sobre los cimientos de la seguridad, de la estabilidad y de la prosperidad». Por ello, ha subrayado, es necesario «reflexionar» sobre cómo se pueden consolidar esos cimientos «en un momento crucial como el que estamos viviendo».
En opinión del jefe del Ejecutivo, a los más de 40 líderes congregados en Granada les une «la común aspiración de abordar en este espacio flexible e informal los grandes desafíos a los que se enfrenta Europa, desafíos que no se detienen ante fronteras ni entienden de arquitecturas supraestatales, porque su impacto recorre nuestro continente de un extremo a otro».
Serán precisamente algunos de esos desafíos y retos de futuro los que abordarán los líderes en las reuniones sectoriales organizadas sobre digitalización e inteligencia artificial; energía, medio ambiente y transición energética; y multilateralismo y geoestrategia.
Sánchez ha confiado en que la cumbre de Granada, la tercera de la CPE tras las de Praga en octubre de 2022 y la de Chisinau en junio pasado, «nos ayude a encontrar respuestas a estos desafíos» y contribuya a «afianzar los sólidos lazos que ya nos unen» tanto geográficos como históricos.