La potestad de las pruebas de detección del virus siguen en el monopolio del Estado y CC.AA. aunque ya son viables a nivel personal
Si algo va a empañar estas Navidades que ya se prevén catastróficas, son eso: las reuniones familiares y de amigos.
Los pilares básicos sobre los que se sustenta la civilización que habita el país son sobre todo el arraigo y el amor a sus orígenes.
Esta Navidad, dichos valores van a ponerse a prueba en uno de los países que menos tolera la movilidad. La tradición, el arraigo y el cuidado a la familia como pilares fundamentales de la sociedad española se van a poner a prueba en una crisis sin precedentes como resultado de la pandemia.
Si bien es cierto que en meses anteriores muchos han logrado sortear las restricciones de una u otra forma por medio de argucias legales, cuando lleguen las fechas clave, muy proclives a frecuentar poblaciones que en la mayoría de los casos resultan ser natales, las muchas medidas legales pueden resultar ser insorteables.
Algo que es muy viable a día de hoy son las pruebas rápidas de saliva. Dichas pruebas no necesitan realmente supervisión médica, solo de buena praxis.
La buena praxis de unas pruebas que son económicamente asequibles por el público general no deberían comportar mayor amenaza, sino una vía más para facilitar la detección entre familiares.
Varias administraciones autonómicas ya han puesto en marcha estos métodos de detección que no requieren a personal sanitario especializado para su realización y solo basta con una prueba de saliva y poco más que unos minutos (además de un mínimo de conocimientos básicos).
En internet ya hay varias empresas que publicitan dichas pruebas que bajo certificación médica expiden a administraciones y empresas que sí están autorizadas.
El objetivo es que ya siendo económicamente viables la compra por población general y a pocas fechas vista de las Navidades, siguen restringidas a la población cuando deberían liberalizarse, no ya solo para para la tranquilidad de esta, sino que a lo que estamos expuestos debe ser una necesidad básica.
El no poder reunirse más de 6 personas en un núcleo no conviviente parece ser una medida acertada, pero debe poder darse la libertad de aquellos que quieren y pueden permitirse las pruebas accedan a ellas ya que los conocimientos requeridos no van más allá de los que se precisan para un test de embarazo.
Hay test de saliva en tiendas online con una gran confianza, de más del 90% y que a día de hoy utilizan las administraciones autonómicas que no van más allá de los 12 euros por prueba, algo bastante viable para aquellas personas que son reacias a reunirse en próximas fechas por miedo a infectar a familiares cercanos. https://www.iesmedical.es/producto/test-rapido-covid-19-antigeno-saliva/
Lo que sí es cierto es que se deben respetar ciertos matices a la hora de realizar dichas pruebas y descartar la infección, como son los días de exposición anteriores e incubación. La prueba de saliva solo descarta que el virus no esté activo en el momento de la prueba y no que en momentos anteriores no se haya podido contraer. Con una buena educación de la población se puede evitar tanto que dichas pruebas pasen del ostracismo como que de usen indiscriminadamente para descartar a un virus que siempre anda presente ante el mínimo descuido.