El Servicio Andaluz de Salud (SAS) tiene en estudio 16 posibles casos de pinchazos para la sumisión química en Andalucía, concretamente en las provincias de Huelva, Cádiz, Málaga, Almería y Córdoba, a la espera de los resultados del Instituto Toxicológico Nacional. Así lo han confirmado fuentes de la Consejería de Salud y Consumo, que han precisado que en Huelva hay siete casos en estudio; en Málaga y Cádiz tres, respectivamente; en Almería dos y en Córdoba uno, todos bajos sospecha sin que haya ninguno confirmado.
Sobre la analítica para la confirmación de los casos, han detallado que la extracción se realiza en hospitales, las pruebas se envían al Instituto Toxicológico Nacional y se encarga de las mismas el Instituto de Medicina Legal. Además, desde Salud han explicado que actualmente se está actualizando el protocolo en caso de sumisión química puesto en marcha en 2018.
En este sentido, la consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles López, señaló este miércoles en una entrevista en Canal Sur Radio que su Consejería, junto a la de Salud y Consumo y la de Justicia, Administración Local y Función Pública pondrán en marcha un protocolo para actuar conjuntamente ante los pinchazos a mujeres en zonas de ocio.
Asimismo, la titular de Igualdad destacó que «lo más importante es la prevención y saber que esto está ocurriendo», al tiempo que indicó que «si alguien cree que ha podido ser pinchada o lo es en cualquier momento acuda rápidamente a un centro sanitario y que denuncie», porque eso «es vital».
La Policía habla de «alarma social»
El comisario provincial de Cádiz, Santos Bernal Uceda, ha explicado este jueves que los resultados de los análisis practicados a las jóvenes víctimas de la nueva variante de sumisión química «siguen siendo negativos», pese a la «alarma social» despertada ante estas prácticas, algo que a su juicio supone «el mayor problema». En declaraciones a los periodistas, ofrecidas por la Policía Nacional sobre esta cuestión, Bernal Uceda ha aclarado que «están llegando denuncias» por estas prácticas, si bien los análisis a las personas afectadas por estas situaciones «siguen llegando negativos».
El comisario, quien ha alertado de que se está produciendo un «efecto llamada» y de que se está «generando alarma social» con estas prácticas, señalando así «la posibilidad de que alguien haga la gracia, dé un pinchazo con una aguja sin nada tóxico y ya se genere todo». «Para nosotros es todavía difícil comprender la motivación final. No solo pasa en España, también en Austria, en Bélgica o en Francia porque se ha generado esta situación. No ha habido ninguna denuncia por robo con intimidación ni por abuso sexuales», ha concluido.