El presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, se ha reunido este pasado lunes con los representantes de las cinco organizaciones del sector del taxi en Andalucía: FAAT, Élite Taxi, AUMAT, UATA y Solidaridad del Taxi, que le han expuesto de primera mano “la situación crítica que vive el taxi” ante la inminente aprobación, por la Junta de Andalucía, del anunciado Decreto Ley regulador de las VTC, cuyo borrador se desconoce.
Las organizaciones del taxi han expuesto “su desencanto y sorpresa por una regulación autonómica” que, si bien durante más de tres años la Consejería de Fomento había negado que fueran a llevar a cabo, “ahora deprisa y corriendo, y antes de que finalice el próximo 30 de septiembre el periodo transitorio de cuatro años, otorgado por el Real Decreto-Ley 13/2018, la Junta de Andalucía pretende aprobar por Decreto Ley”, han señalado.
Con esta regulación de la Junta, las autorizaciones VTC van a seguir habilitadas para la prestación de servicios urbanos, lo que se podría haber evitado si la Comunidad Autónoma hubiera decidido no regularlas, aplicándose en este caso el Decreto Ábalos (Real Decreto-Ley 13/2018), y se hubiera limitado el servicio de las VTC al servicio interurbano.
Rodríguez Villalobos ha expresado igualmente en esta reunión, “la falta de convocatoria a la FAMP para reunirse con la Consejería, con el objeto de debatir y conocer el borrador del anunciado Decreto Ley de la Junta de Andalucía, sobre todo teniendo en cuenta las competencias locales que los Ayuntamientos puedan tener en relación con esta materia”.
Los VTC acusan al taxi de «presionar a la Junta»
La Asociación Andaluza de Alquiler de Vehículos VTC, Andeval, ha acusado este martes al sector del taxi de estar «presionando a la Junta» con un «argumentario engañoso» para que que se incluyan en la regulación que se negocia actualmente para permitir su actividad a partir del 1 de octubre «restricciones» que acaben por hacer su actividad imposible.
Argumentos, ha dicho a través de un comunicado Andeval, que el taxi «esgrime para generar confusión entre la opinión pública y tratar de influenciar a su favor el devenir de una regulación que, de finalmente incorporar las restricciones desproporcionadas que exige el sector del taxi, supondría la desaparición de la VTC en Andalucía, con la extinción de hasta 8.500 puestos de trabajo y un importante daño a la economía de la región».
En una atmósfera que sigue siendo de tensión, Andeval ha querido refutar los ocho principales argumentos que exponen los taxistas para oponerse a la norma, y que para los VTC son «mitos» que persiguen que la nueva regulación andaluza «sea lo más parecida al modelo aprobado en Cataluña, donde el sector VTC está casi desaparecido y la escasez de alternativas de transporte se ha convertido en un problema de primer orden».
Algunos de esos puntos son que los VTC «roban el trabajo al taxi», algo que estos vehículos niegan apuntando que en Andalucía «hay una gran escasez de taxis y VTC como lo demuestra el hecho de que el mismo sector del taxi malagueño ha pedido un aumento de licencias». «Retirar VTCs solo empeorará esta situación», ha subrayado Andeval.
También rechazan que hagan competencia desleal al taxi, sosteniendo que no se les ha condenado por este motivo nunca; o que son «un servicio de lujo» y por tanto ser diferentes a los taxis, ante lo que sostienen que ya son diferentes en el modo de contratación y la fijación de precios. «Que los VTC deben ser servicios de lujo es un invento del taxi para eliminar su competencia», han agregado.
Sobre este último punto, niegan tener precios abusivos, apuntando que de media son un 30% más baratos que el taxi y que el hecho de que puedan «aumentar sus precios puntualmente para dar servicio en momentos de gran demanda» ha resultado «de gran utilidad en grandes eventos para garantizar la disponibilidad del servicio».
También afirman que no recogen a clientes a mano alzada –«es ilegal»– que ofrecen un servicio seguro, que no precarizan el empleo porque cuenta con convenio colectivo en Málaga y ahora lo está negociando a nivel regional con UGT y CCOO y que contribuyen con «muchos más impuestos que el taxi» porque «tributan sobre el beneficio real anual», mientras que los taxistas «tributan por módulos».