La reciente reestructuración que ha llevado a cabo Pedro Sánchez dentro del PSOE ha llevado a María Jesús Montero a ser la número dos en el aparato socialista a nivel nacional.
El secretario general de los socialistas ha apostado por la figura de Montero para que sea su mano derecha en Ferraz. La capacidad de negociación y diálogo que ha mostrado la actual ministra de Hacienda es su principal aval para definir los próximos pasos que deberán seguir los socialistas de cara a las futuras elecciones municipales y generales.
Nacida en Sevilla, se crió en el barrio de Triana y desde su juventud estuvo relacionada con los movimientos políticos. Licenciada en Medicina, fue presidenta de la Comisión de Marginación del Consejo de la Juventud de Andalucía entre 1986 y 1988, y, posteriormente, secretaria general del mismo hasta 1990.
Cuenta con una amplia trayectoria profesional en la gestión sanitaria y hospitalaria. Entre 1995 y 1998 fue subdirectora médica en el Hospital Universitario Virgen de Valme de Sevilla, hasta que se trasladó al complejo sanitario Virgen del Rocío como subdirectora médica, pasando posteriormente al puesto de subdirectora gerente.
Con la entrada en el nuevo siglo, Montero arrancó su carrera política como viceconsejera de Salud de la Junta de Andalucía, siendo nombrada titular de la Consejería de Salud a posteriori. Un cargo que ostentó hasta 2012.
Sus siguientes pasos en la política andaluza fueron la dirección de la Consejería de Salud y Bienestar Social hasta el año 2013, antes de asumir la cartera regional de Hacienda y Administración Pública hasta que, en 2018, tras la moción de censura contra Mariano Rajoy, Pedro Sánchez decidió otorgarle la responsabilidad en el Ministerio de Hacienda.
Un cargo que ha ocupado desde entonces y al que sumó la competencia de Función Pública tras la remodelación del Gobierno de hace un año. En los años de pandemia, Montero ejerció también un papel clave como portavoz del Ejecutivo de coalición.
La defensa de sus primeros presupuestos (2019) le valió ganarse el respeto de compañeros y adversarios políticos, quienes no dudan en enfatizar su talante negociador y facilidad de trato en las distancias cortas. Quienes conocen bien a la actual titular de Hacienda también inciden en su capacidad de trabajo y vocación dialogante en cualquier ámbito.
Unas virtudes que ahora tendrá que trasladar a un PSOE que confía en Montero para revertir la tendencia que apunta a una reducción en las diferencias entre populares y socialistas de cara a los futuros comicios electorales.
“Responsabilidad, orgullo y agradecimiento al Secretario General, Pedro Sánchez, por su propuesta como Vicesecretaria General del PSOE”, escribía María Jesús Montero el día en el que anunciaba su irrupción como número dos del socialismo. No le faltarán deberes a la política sevillana, en la que muchos confían para que traslade su buen hacer en Ferraz.