La previa del encuentro entre el Real Betis Balompié y la ACF Fiorentina se vio empañada por graves altercados entre grupos ultras de ambos equipos en plena Alameda de Hércules, en Sevilla. La zona, muy concurrida por tratarse de la víspera del festivo 1 de mayo, se convirtió anoche en el escenario de una batalla campal que obligó a desplegar un amplio dispositivo policial y culminó con la intervención de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional.
Según fuentes policiales, los disturbios comenzaron sobre las 23:00 horas, cuando un grupo de aficionados radicales del Betis acudió a la Alameda desde otros puntos de la ciudad para enfrentarse con un nutrido grupo de seguidores italianos. En cuestión de segundos, y en medio de decenas de testigos, volaron bengalas, sillas, vasos y hasta mobiliario urbano, mientras ambos grupos se lanzaban objetos a distancia. Los vídeos del enfrentamiento no tardaron en difundirse en redes sociales, donde se aprecia la violencia del episodio, que duró cerca de 50 segundos.
La Policía asegura que no hubo contacto físico directo entre los dos grupos y, por tanto, no se registraron heridos, aunque se incautaron armas blancas, bates de béisbol y material pirotécnico escondido bajo vehículos, así como pasamontañas y tubos de plástico camuflados como banderas.
La rápida actuación de los agentes logró dispersar a los ultras, reagrupándolos y escoltándolos fuera del centro de la ciudad. Los radicales italianos fueron acompañados hasta sus respectivos hoteles, mientras que los béticos fueron dirigidos hacia la zona de la Cartuja.
Ante estos hechos, el Ayuntamiento de Sevilla activó un dispositivo especial de seguridad, movilidad y limpieza para garantizar el desarrollo sin incidentes del partido de este jueves a las 21:00 horas. Se han reforzado varias líneas de Tussam, incluido un servicio de lanzadera entre el estadio Benito Villamarín y Sevilla Este, y se desplegarán efectivos de Policía Local y Nacional en las zonas de mayor afluencia.
El encuentro, considerado de alto riesgo, reunirá a unos 1.500 aficionados italianos, quienes serán acompañados desde el Muelle de Nueva York hasta el estadio. La empresa de limpieza municipal, Lipasam, también ha preparado un operativo especial para actuar antes, durante y después del partido, con 21 operarios y 9 vehículos implicados.
Las autoridades han anunciado que se están revisando las cámaras de seguridad para identificar a los implicados en los disturbios y no se descartan detenciones en las próximas horas.




