No parece que el nuevo alcalde de Sevilla esté dispuesto a alejarse de la polémica que viene generando su gestión al frente del consistorio. Tras el caos en la gestión del área cultural y las sucesivas dimisiones entre su equipo de confianza, Sanz afronta una nueva cruzada con epicentro en el popular barrio de Pino Montano.
El alcalde parece decidido a dar marcha atrás e iniciar un camino de vuelta a más de 20 años atrás, cuando Sevilla se ubicó entre las ciudades pioneras a nivel europeo en la apuesta por la modernización y sostenibilidad del sistema de retirada de residuos sólidos urbanos. Con ello, el señor Sanz estaría, además, tirando a la basura -nunca mejor dicho- unos 19 millones de euros de financiación europea y casi 4,5 millones de euros de inversión municipal destinada solo a este barrio. La revolución verde de la Junta de Andalucía y el discurso medioambiental de su presidente no parecen haber encontrado lugar en la capital andaluza, al menos en esta materia.
Como telón de fondo, el creciente malestar ante una ciudad que, lejos de presentarse más limpia como prometiera el actual alcalde durante su campaña electoral, muy al contrario, las fotos que vecinos y residentes de distintas barriadas y de la propia zona céntrica cuelgan en redes sociales muestran el aspecto de una ciudad sucia y abandonada.
A esta realidad se suma ahora el malestar vecinal que se respira en la barriada de Pino Montano ante la decisión del nuevo equipo de gobierno de suspender la recogida neumática de basura y volver a los contenedores tradicionales de recogida lateral.
La comunidad de propietarios y residentes de la zona en cuestión ha mostrado su asombro ante una decisión que parece tener como base “una supuesta encuesta que sólo representa al 1% de la zona afectada y de la cual no hemos tenido ninguna noticia”. En este sentido, se preguntan “a qué vecinos han consultado y cuál han sido las preguntas efectuadas, porque no tiene sentido que el Ayuntamiento se apoye en esta encuesta cuando tan sólo el 8,34% de los encuestados optaría por eliminar la recogida neumática”.
La comunidad, reunida en junta extraordinaria el pasado martes 6 de febrero, ha denunciado la “decisión unilateral” del Ayuntamiento “que ha actuado de espaldas al barrio a sus representantes vecinales”. En consecuencia, han decidido iniciar acciones vecinales, además de exigir urgentemente una reunión con el alcalde, José Luis Sanz, con el objetivo de la paralización inmediata de esta decisión.
En voz de su presidente, Carlos Alejandre, “el Ayuntamiento nos miente, porque no es verdad que esta decisión tenga que ver con el ahorro”. “Lo que tiene que hacer es innovar e invertir” para adaptar un sistema de recogida de residuos totalmente eficiente y asequible. “Es normal que el sistema y los buzones sufran un desgaste tras más de 20 años funcionando, ¿o es que acaso los contenedores tradicionales no se estropean con el desgaste?”.
En definitiva, la junta de gobierno de la esta comunidad vecinal ha exigido que “se dé marcha atrás” y ha pedido “un refuerzo de la plantilla de Lipasam” para “mantener la recogida neumática saneada y operativa”, porque “Sevilla está a la altura de las más modernas ciudades europeas con este sistema, pero el Gobierno municipal quiere regresarnos al pasado, a la Sevilla de los camiones de basura por todas partes y a todas horas”. En este sentido, “la verdadera encuesta es el clamor de un barrio, que no se explica cómo el señor Sanz toma estas decisiones sin consultar ni a las entidades ni a los vecinos afectados”, han concluido.
Durante la tarde de hoy, ha tenido lugar un Consejo de Barrio urgente que tenía por objeto informar a las entidades vecinales. A ella se ha sumado el presidente de San Diego fase 1, 2 y 3, Manolo Fernández, que denuncia que “hay que educar a los ciudadanos a que se use la neumática debidamente” para “extender este sistema a más zonas de la ciudad“, porque este sistema “permite una forma más eficiente y ágil de reciclar”. También han estado presentes los presidentes de las asociaciones de vecinos de de Los Mares, Pino Montano, Parques de Andalucía, Los Corrales y Las Estrellas, Huerta del Perejil y San Diego.
Algunos vecinos han denunciado la falta de mantenimiento del sistema y lo extraño que resulta que esta tarea no la realice directamente Lipasam, sino una empresa externa. Por su parte, el representante de los vecinos de Los Corrales y Las Estrellas denuncia que “no tiene sentido que ahora, que recientemente se ha hecho una obra de mejora en algunas zonas, se elimine el servicio neumático”.
La empresa Envac, responsable de la instalación del servicio, defiende su sistema de recogida neumática y en una no de prensa emitida el pasado 8 de febrero defiende que «el 41% de los sistemas de recogida neumática de la empresa operan desde hace más de 20 años a pleno rendimiento», afirmando que «la clave de la larga vida» de sus sistemas reside en «el mantenimiento preventivo». Además, defienden el sistema de recogida neumático proporcionado ya que hay instalaciones en Suecia, Dinamarca, Estados Unidos o Arabia Saudí «que llevan operando sin interrupción más de 50 años».
Se da la circunstancia de que, según la delegada de Limpieza, sería necesaria una inversión de 1,5 millones de euros solo para iniciar el retorno al sistema tradicional de recogida de residuos. Una cuantía que deja en evidencia el argumento de que esta decisión supondría un ahorro económico pues, sin contar con los gastos externos en arreglo del sistema neumático, en los 23 años desde la puesta en marcha de este sistema de recogida, el Ayuntamiento ha invertido poco menos de 200.000€ al año.
En cuanto al mantenimiento, tampoco se soportaría tal decisión, pues las según los datos difundidos la recogida lateral supondrá un coste en mantenimiento y explotación de 850.000€ al año, mientras que el coste en mantenimiento desde 2010 para la recogida neumática supuso 8 millones de euros a las arcas municipales. Es decir, 570.000 euros al año, 280.000 euros menos que con el retroceso al sistema de recogida tradicional.
Si abundamos en las cifras, otra de las grandes diferencias que tampoco acompañaría a la nueva decisión consistorial es el precio por tonelada de residuos. En este sentido, según el Instituto para la Sostenibilidad de los Residuos (2007), el precio por tonelada mediante recogida neumática es de 78,43€, mientras mediante el sistema tradicional se duplica esta cifra. El Ayuntamiento se ahorraría aproximadamente 1,7 millones de euros al año con la neumática. Es decir, el coste diario por 60 toneladas sería de 4.700 euros, mientras que con la recogida tradicional ascendería a casi 9.500€.
Pero los vecinos de esta tradicional barriada, no solo esgrimen como argumentos los económicos, sino que, además, argumentan la mejora que la zona ha experimentado estos años atrás en cuanto a limpieza, salubridad y emisiones contaminantes. Es llamativo, en este caso, cómo la propia ciudadanía muestra una mayor preocupación hacia la sostenibilidad del entorno que sus propios dirigentes. Esta junta también convocó un Consejo de Barrio urgente esta semana para abordar el tema.
La decisión del actual consistorio, sin duda, genera controversia. Entre las cuestiones ya expuestas, llamaría la atención la que precisamente apunta al sondeo realizado en la zona donde existe recogida neumática, ya que son 60.000 habitantes según Lipasam los que se benefician de este tipo de recogida de residuos, mientras la muestra tomada por el Gobierno municipal se ha dirigido a 600 vecinos, es decir, sólo representa al 1% de la población correspondiente a la zona afectada. Asimismo, llama la atención que no se haya utilizado la herramienta de consulta ciudadana de que dispone el Ayuntamiento para decisiones de calado.