El pasado jueves 18 de febrero el CIS publicaba su barómetro elaborado durante la campaña de las elecciones catalanas. Aunque no ha reflejado los resultados de dichos comicios si asienta la nueva situación de la política en nuestro país. En esta nueva situación se aprecia una cada vez más creciente polarización y el desplazamiento de la intención de voto hacia los extremos.
El estudio de Tezanos fue realizado entre los días 3 y 11 de febrero y, por tanto, el resultado de las elecciones catalanas no tendría un efecto directo en el estudio. Lo que viene a reflejar este nuevo CIS es la evolución de los distintos partidos durante la campaña en Cataluña y materializados en los resultados de dichas elecciones.
El barómetro del CIS de febrero da un giro a la política española acusando la campaña en Cataluña.
De este modo el PSOE continua siendo la primera fuerza política con una intención de voto del 30,7%, ampliando su ventaja sobre los populares a un total de 12 puntos. Sin duda, la intensa campaña de Cataluña y tener de socios de gobierno a Podemos esta teniendo ciertos efectos positivos en el Partido Socialista. De este modo, el electorado ve al PSOE como ese partido moderado de izquierdas, preparado para la gestión gubernamental y con sentido de Estado que representa a una impórtate base social.
Por su parte, el Partido Popular cae por debajo de la barrera del 20% sitiándose en 18,8% en intención directa de voto. Esta situación pone en serio riesgo a los populares que acusan el efecto de la división de su electorado y los numerosos casos de corrupción que cercan su posición en los últimos tiempos. En el pasado, los populares disfrutaban de ser el partido hegemónico en el centro-derecha pero desde la aparición de Ciudadanos y la irrupción de Vox su electorado se ha ido viendo reducido y dividido paulatinamente.
Por otro lado, la situación judicial en el que se encuentra el Partido Popular ha afectado gravemente a su imagen. Hasta el punto de desdibujar ese perfil de «buenos gestores» del que disfrutaban hasta ahora y alejando a su electorado hacia otros partidos del mismo espectro ideológico.
Ocaso en Ciudadanos, estancamiento en Podemos y vuelo alto en VOX
En cuanto a Ciudadanos, parece ser que los de Arrimadas no consiguen levantar cabeza. Al batacazo estrepitoso de las catalanas donde perdieron 951.829 votos y 30 escaños, se le une ahora una intención directa de voto de solo el 9,3% todo ello sin contar con el nuevo escenario que han dejado las catalanas. Parece que el ocaso naranja es ya imparable y que en pocas citas electorales los naranjas pasaran de la irrelevancia política a la práctica desaparición. Seguramente efecto directo de sus vaivenes ideológicos y de una guerra interna que no parece tener fin, especialmente en Andalucía.
Por su parte Podemos, no rentabiliza electoralmente ni el gobierno de coalición ni la campaña catalana. Su intención directa de voto pasa del 10,7% del barómetro de enero a solo un 11,2%. Consecuencia directa de las últimas afirmaciones de sus lideres en los últimos tiempos y la apertura de causas judiciales respecto de sus cuentas.
Por último, diametralmente opuesta es la situación de VOX. Los de Abascal suben al 13,6% en intención de votos recortando la distancia al Partido Popular a solo 5,2 puntos porcentuales y sobrepasando a Ciudadanos de largo. Todo ello, solo teniendo en cuenta la posición de VOX en los últimos tiempos y su interacción en la campaña catalana que lo llevo al sorpasso en la derecha. Sin duda, el próximo CIS reflejara la nueva situación tras las catalanas del partido de extrema derecha donde se colocaron como cuarta fuerza política con 11 escaños.