El resultado de las elecciones en Castilla y León, donde fueron adelantadas y finalmente ganadas por el popular Alfondo Fernández Mañueco, seguramente se hayan considerado como una piedra de toque en el seno del Gobierno andaluz de Juanma Moreno.
La sombra del adelanto siempre ha estado presente pese a las continuas declaraciones del propio presidente de la Junta de Andalucía así como de miembros de su gabinete asegurando que se iba a agotar la legislatura con el actual pacto de gobierno entre Partido Popular y un Ciudadanos que es ya prácticamente un cadáver político viviente.
La última en hacerlo ha sido la secretaria general del PP-A, Loles López, en una rueda de prensa de los populares en su sede de Sevilla. A los medios allí reunidos ha defendido que Andalucía no es lo mismo que Castilla y León en términos de “realidad sociológica y política”.
López considera que el gobierno PP-C’s es un gobierno estable, “dedicado de lleno a mejorar la vida de los andaluces” y culpa al PSOE, así como a sus socios de Vox en otros puntos del país de buscar un adelanto electoral. Parecidas palabras han sido las del consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, en un acto en Motril (Granada)
La realidad es que el partido de ultraderecha se ha envalentonado debido a sus números en los comicios castellano-leoneses y quiere más. VOX ha olido la sangre de Ciudadanos y busca rematar la faena viendo que el electorado que pierden los naranjas se transforman en más votos para ellos.
Pasar de un solo representante a 13 ha hecho que el partido dirigido por Santiago Abascal empiece a exigir formar parte del gobierno con el Partido Popular. Andalucía no va a ser la excepción, donde hoy mismo, a través de una nota de prensa, el diputado de Vox por Jaén, Benito Morillo, lo ha dicho sin tapujos: quieren elecciones ya.
En la nota, el partido de ultraderecha considera que Juanma Moreno ya se encuentra en campaña electoral y que C’s ya no es un partido que pueda ofrecer gobiernos de estabilidad. Vox se escuda en que ese posible adelanto electoral que ellos piden “es por el bien de los andaluces”.
Marín contra los suyos
La formación naranja está viendo como cada elección, cada encuesta, cada moción de censura se convierte en un clavo más en su ataúd. Un partido que ya ha dejado de ser útil para el PP, a quién no parece importarle cambiar la muleta de color como se ha visto en la Comunidad de Madrid y en la Región de Murcia.
Está siendo común ver en el seno de C’s huidas de miembros, bien al mundo fuera de la política o bien a otras formaciones políticas. El partido naranja, con sus malos resultados electorales está perdiendo lo que fue su motivo de existencia: ayudar a los populares a evitar que éstos perdieran el poder.
Los llamados a sí mismos liberales defendían pactar hacia izquierda o derecha para evitar que los gobiernos se corrompieran tras años en el poder. Ocurrió en Andalucía tras muchos años de socialismo, pero esa condición parece no haberle importado a C’s cuando ha facilitado gobiernos enraizados en el sillón de mando en Castilla y León, Madrid o Murcia.
Tras las defenestraciones políticas de los Aguado, Arrimadas, Bal, Igea y compañía, ahora todas las miradas están puestas en Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía y prácticamente el último bastión de importancia que le queda a Ciudadanos.
Y Marín ha pasado al ataque. En declaraciones a periodistas en Jerez de la Frontera (Cádiz), además de continuar con el argumentario de agotar la legislatura, ha aprovechado para atacar al ganador de las elecciones castellano-leonesas Mañueco así como a Pablo Casado, a quienes ha acusado de “entregar el Gobierno de Castilla y Léon a la extrema derecha”.
Para el coordinador autonómico de C’s, las elecciones del pasado domingo fueron convocadas por el líder nacional del PP para “hacer desaparecer de la faz de la tierra” a su partido, apuntado que “no lo ha conseguido” pese a que el partido naranja solamente ha conseguido sacar un representante en las cortes leonesas.
«Quien tiene que empezar a pensar lo que está haciendo, si va por el camino correcto, es Casado y PP». «Ahí están los resultados. Si me dicen que ha sido un éxito, no se lo creen ni ellos», ha añadido Juan Marín.
La postura que ahora ha adoptado el vicepresidente de la Junta no ha sido del agrado de miembros de su propio partido. Tras esas declaraciones criticando a Pablo Casado y por ende a su socio preferente, el Partido Popular, han salido parlamentarios naranjas a acallar a su propio líder.
A través de la red social Twitter, parlamentarios como Sergio Romero, Raúl Fernández y Javier Pareja critican a Juan Marín recordándole que no se equivoque de rival político (el “sanchismo”, según los liberales) y cuidar las relaciones con sus socios en el Ejecutivo andaluz. Nunca se sabe lo que puede deparar el futuro, incluso aires políticos nuevos.
Con todavía las ascuas de las primarias de Ciudadanos en Andalucía calientes, Juan Marín ve ahora como incluso dentro del partido que lidera en la Comunidad Autónoma hay voces que censuran sus palabras y actos. Un adelanto electoral en nuestra tierra sería ya posiblemente la culminación de un hundimiento que se viene dando en el partido naranja desde la famosa foto de Colón, cuando parecía que no les importaba tener cerca a la ultraderecha.