Con casi cuarenta años de trayectoria profesional en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Javier Aycart lleva catorce al frente del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH).
Una breve conversación con este Ingeniero Técnico de Obras Públicas nacido en Sevilla es suficiente para intuir la pasión que siente por su profesión y su equipo.
Recién llegado al SAIH, Javier vivió el mayor episodio de inundaciones de los últimos años. Fue durante el invierno de 2009 a 2010, pero sigue muy presente en el recuerdo de Aycart, hoy un convencido de la eficacia del sistema que dirige.
¿Qué es el SAIH?
El SAIH es el Sistema Automático de Información Hidrológica. Nace a raíz de las graves inundaciones que hubo en octubre y noviembre de 1982 en el litoral mediterráneo.
Se produjeron muchos daños porque era difícil saber qué estaba ocurriendo. Particularmente, algunas de aquellas inundaciones tuvieron lugar durante la noche y la gente que vivía aguas abajo no conocía la dimensión de la avenida que se estaba produciendo, ni sabía que la crecida del río era tal que iba a arrasar después una gran parte de aquella zona.
Por aquel entonces, no existía la tecnología actual, no teníamos ni siquiera teléfonos móviles. El sistema era tan rudimentario que lo que había era una persona que tomaba el nivel de agua en un puente, para dirigirse después al pueblo más cercano y, desde una cabina de teléfono, llamar al responsable.
En el año 1983, en el marco de la seguridad de las presas, se decidió dotar a todas las Confederaciones Hidrográficas de un sistema automático de información hidrológica a través del que, en remoto y a distancia, pudiéramos conocer en tiempo real cuánto estaba lloviendo en la cuenca, cómo estaban los embalses, cuáles eran los caudales en los ríos principales, etc. Y prever así las inundaciones.
Se empezó por el lugar donde se dieron aquellas inundaciones tan importantes, por la Confederación Hidrográfica del Júcar. Fue el primer SAIH que funcionó. El del Guadalquivir, se construyó aproximadamente en el año 1994 y, en el 1999, ya estaba funcionando plenamente.
De forma paulatina, cada Confederación fue dotándose de un sistema cuyo objetivo inicial era la prevención de avenidas, pero que, verdaderamente, se adapta a las distintas necesidades de cada cuenca. En Andalucía, son relativamente pocas las avenidas que se dan, sin embargo, es un sistema muy útil para la gestión diaria de los recursos hidráulicos. Permite ver cómo están los embalses, decidir de cuál vamos a desembalsar, qué caudales van a llegar, qué estamos proporcionando y si es suficiente para la zona regable que tenemos que suministrar.
Todo esto es posible gestionarlo porque, desde aquí, estamos conociendo en tiempo real qué está ocurriendo en toda la cuenca.
Afirma que las lluvias de Semana Santa han sido “la tormenta perfecta” ¿A qué se refiere?
Lo bueno de la borrasca Nelson es que llegó con posterioridad a la llamada borrasca Mónica, cuyas lluvias abarcaron más o menos toda la cuenca. Así que, cuando llegó Nelson, el terreno estaba bastante húmedo, dándose el fenómeno contrario a cuando llueve sobre seco y la tierra absorbe casi todo el agua, permeando poca cantidad en los embalses. En este caso, el terreno estaba húmedo, sin mayor capacidad de absorción, y se produjo la escorrentía hacia los embalses.
Fíjese, aún se está midiendo el nivel de esas lluvias porque la escorrentía sigue incrementado el total de agua embalsada. Aunque van a menos, duran algún tiempo, todavía siguen corriendo los arroyos en la sierra con lo que ha llovido en Semana Santa. Hasta hace pocos días, estábamos incrementando la reserva a razón de 200 hectómetros cúbicos casi al día. Ya, al final, iban entrando en los embalses unos 10 hectómetros cúbicos diarios.
Esto lo podemos conocer gracias al SAIH. Es un sistema que cumple dos objetivos principales: la prevención de avenidas y la gestión de recursos hidráulicos, captando variables hidrológicas e hidráulicas y transmitiéndolas.
¿A quién transmite el sistema la información?
Pues las transmite a cada punto, son más de 400 puntos los que incluye la cuenca. Existen unos sensores que, a modo de radar, van midiendo el nivel del agua en el río. Esa información llega a una estación remota que la trasmite vía satélite o vía telefonía móvil hasta aquí, hasta nuestro centro de acceso de cuenca. Nosotros la procesamos. Convertimos esa señal, que corresponde a un nivel, en caudal. Por ejemplo, un nivel 27 de altura de agua pueden ser 32 metros cúbicos por segundo. Todas esas operaciones son instantáneas, hablamos de tiempo informático, claro. Y finalmente, ya procesadas, quedan presentadas en nuestra página web.
¿Existe coordinación con Protección Civil?
Existe un protocolo de coordinación con Protección Civil por el que damos avisos hidrológicos. Es algo similar al sistema de AEMET cuando se prevé mucha lluvia, pero nosotros emitimos avisos y es Protección Civil quien da las alertas. Avisamos de que, debido a la intensa lluvia registrada, se están produciendo incrementos de caudal importantes que pueden generar afecciones aguas abajo.
Según nuestros umbrales, se entra en nivel amarillo cuando hay peligro para la gente que esté desarrollando su actividad en el cauce o en la orilla, el nivel naranja indica que se prevén crecidas inusuales y pueden derivar en afecciones o incluso desbordamiento localizado y, por último, el nivel rojo apunta a inundaciones o desbordamientos de cierta importancia.
Adjuntamos un boletín de aviso hidrológico con los puntos, los ríos, las coordenadas donde se están superando los niveles, recomendamos seguir la información en nuestra página web y rogamos acuse de recibo al 112.
Desde que damos ese aviso a Protección Civil y recomendamos atención en determinado punto hasta que ellos dan la alerta a los servicios de protección locales, a la Policía Municipal y Bomberos, transcurre poquísimo tiempo. Y, por supuesto, también les mostramos nuestra disponibilidad para que puedan consultarnos aquello que necesiten en cualquier momento.
¿Y si esto ocurre durante la noche?
Javier nos muestra algunos de esos avisos enviados a las 5:58 de la mañana, a las 5:17, etc…
El SAIH tiene guardias. Basándonos en los avisos y las predicciones de AEMET, podemos organizarnos. Hoy, además, con las herramientas telemáticas tenemos la posibilidad de verlo todo y hacer el trabajo a esas horas desde casa.
Ya sabíamos que esta Semana Santa iba a ser intensa, así que organizamos horarios no presenciales de 24 horas entre todo el personal. La guardia se encargaba de ir actualizando los boletines hidrológicos y todos los avisos cada vez que había un cambio significativo en la situación.
¿Cómo es el equipo que conforma el SAIH?
El equipo del SAIH cuenta con personal de campo que cuida de esos más de 400 puntos que comentaba antes. Tienen que desplazarse por toda la cuenca y hacerse cargo del mantenimiento. Algunos compañeros están en Granada, otros en Andújar, en Córdoba, Sevilla… Se distribuyen por toda la zona y cada uno tiene su área de conservación.
Aquí, físicamente, en el centro de proceso de cuenca hay un equipo compuesto por once personas. La mayoría son ingenieros superiores: de caminos, de montes, industriales, otros son ingenieros informáticos, hay una compañera geóloga, especialista en aguas subterráneas. Hay otra química… Su trabajo es imprescindible para otra de nuestras labores, que es controlar la calidad de agua. Medimos en remoto esta calidad para detectar, por ejemplo, posibles vertidos.
En este último caso, se trata de sensores muy sensibles que pueden provocar falsas alarmas, así que tenemos que confirmar in situ que verdaderamente se está produciendo algo. El SAICA, el Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas, tiene una parte, la de comunicaciones, aparataje e instrumentación, que está incorporada al SAIH. Pero la información se reporta al área de Calidad de las Aguas.
Aquí se detecta, por ejemplo, una subida muy anormal del pH en determinado río. Ya es menos habitual, pero también el vaciado de vertidos. Por ejemplo, una balsa de alpechín reporta un pico de conductividad, el oxígeno disuelto se va a cero, y se dan una serie de parámetros que nos permiten advertir su existencia desde aquí. Entonces, se avisa al personal de campo para que revise sobre el terreno.
El sector agrícola y los regantes están entre los usuarios más importantes de la Confederación andaluza. ¿En qué les es útil el SAIH?
Todos los ciudadanos tienen a disposición esta herramienta, el SAIH. Ahora también a través de un BOT de Telegram. Cualquier persona puede acceder a la información, conocer en cada punto qué caudal está pasando, cuánto se está desembalsando, qué reserva tenemos en cada embalse, cuánta agua están captando las principales zonas regables y la evolución hídrica en cada momento.
Para nosotros es una herramienta imprescindible, es esencial para darle a cada usuario el agua que necesita.
En circunstancias ordinarias, nos sirve para controlar, por ejemplo, los consumos y también para tener unos registros históricos que son valiosísimos para todos los estudios hidrológicos. También nos permite, por ejemplo, ir adecuando, ir abriendo o cerrando embalses, desembalsando más o menos agua, dependiendo de cómo estén evolucionando las tomas. Podemos medir cuánto está saliendo por cada una de las compuertas de los embalses y por el desagüe de fondo, porque hay sensores que nos dicen cuánto estamos desembalsando en ese momento y, así, poder regular.
Los regantes tienen su propio control del uso de agua, su contador, cuya lectura vemos aquí en tiempo real. Además, es necesario porque está prohibido superar las dotaciones que tienes asignadas. Superarlas, normalmente, termina en la incoación de un expediente sancionador con multa por el consumo en exceso.
Todos los usuarios: regantes, abastecimiento e industria también, están perfectamente informados. El riego consume el 87% del agua, son nuestros mayores usuarios y, para ellos, esta herramienta es imprescindible. Ayer, por ejemplo, que se celebró la Comisión de desembalse, ya venían con la información, con una idea bastante exacta de lo que se iba a decidir, porque cuentan con datos reales y con la experiencia de cada campaña anterior.
¿Existe una experiencia compartida entre las distintas Confederaciones Hidrográficas?
Sí, somos organismos autónomos dependientes del Ministerio de de Transición Ecologica y Reto Demográfico. Existe un nivel importante de autonomía pero también de coordinación. Mantenemos reuniones periódicas donde compartimos información y experiencias muy enriquecedoras que, a veces, sirven y, a veces, dadas las distintas características de cada zona, no. Pero siempre es positivo conocer qué funciona en cada cuenca.
El SAIH es también un escaparate de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a nivel internacional. España está a la vanguardia de la gestión hidráulica de las cuencas. La división del territorio por cuenca hidrográfica a efectos de gestión, independientemente de la ubicación geográfica (ya sea Castilla la Mancha, Madrid o Murcia), es un invento español.
En los Sistemas Automáticos de Información Hidrológica también hemos sido pioneros. Recibimos muchas visitas internacionales de países interesados en nuestro sistema de gestión, algunas visitas recientes han sido de Uzbekistán o de Brasil.