Cruce de declaraciones hoy en el Parlamento de Andalucía, en cuyo Pleno no ha pasado desapercibida la noticia política de hoy a nivel nacional: el acuerdo de gobierno entre PP y Vox para Castilla y León.
Que los populares y el partido de ultraderecha iban a entenderse sin problemas era un secreto a voces. Pero el caso concreto de Castilla y León abre la puerta a posibles pactos futuros entre ambos partidos y no solamente de investidura, sino con Vox ocupando el lugar que en Andalucía ahora pertenece a Ciudadanos, agrupación política casi en extinción.
Con las encuestas remando a favor de la coalición entre PP y Vox, son continuas las peticiones por parte del partido de ultraderecha de un adelanto electoral que ahora mismo en Andalucía parecen estar en stand-by tras precisamente los resultados electorales en Castilla y León que levantaron una guerra entre los actuales miembros del gobierno andaluz.
En el Pleno celebrado hoy en el Parlamento de Andalucía, aunque no se ha mencionado de manera directa, si ha ocupado parte de la sesión. Cuestionado por el portavoz parlamentario de Vox, Manuel Gavira, sobre la situación del sector primario en Andalucía, Juanma Moreno ha destacado una frase usada por el político de ultraderecha.
Andalucía necesita “un gobierno fuerte”, comentó Gavira, y el presidente de la Junta de Andalucía puso en duda que Vox pudiera sustentar dicho gobierno acusándolos de “no creer en la Unión Europea ni en el Estatuto de Autonomía ni en la comunidad autónoma”.
Moreno respondía a la pregunta de Vox con otra: “¿Cómo va a ser fuerte”?, haciendo referencia a un posible gobierno andaluz con presencia del partido ultraderechista. El popular ha reprochado a Gavira que «está en campaña permanentemente», y al que ante ello ha recomendado, «por el bien de Andalucía, que se olvide por un tiempo de las campañas» electorales.
«La campaña llegará, y podrán hacer la que ustedes quieran, y podrán sacar las pancartas y los megáfonos a la calle», ha añadido Moreno antes de pedir a Vox que no se dediquen a «obstruir» al Gobierno andaluz, y de recomendarle que «vuelva a la sensatez que supone trabajar por Andalucía y hacerlo como lo hemos hecho en los primeros años de legislatura».
Quién sí ha mencionado de manera clara y directa el pacto de Mañueco con Vox es el PSOE de Andalucía. Ha sido la portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento andaluz, Ángeles Férriz, quien ha preguntado a Juanma Moreno si estaría dispuesto a meter en el gobierno a la extrema derecha.
Férriz apunta a que el “golpe de Estado” contra Casado al que se sumaron los populares andaluces tenía como objetivo “por una parte, tapar la corrupción, y, por otra parte, abrirle las puertas de par en par a la extrema derecha«, criticando además que en Castilla y León va a presidir un parlamento autonómico «un partido que no cree en el Estado de las autonomías», en alusión a Vox.
Tras aseverar que «se le acabó la farsa» a los ‘populares’, y que «el nuevo PP es el peor PP», la portavoz socialista ha recordado que «los andaluces tendrán que elegir» próximamente en las urnas, y ha preguntado a Moreno si, «llegado el caso, estaría dispuesto como Mañueco a meter en el gobierno a la extrema derecha y a convertir Andalucía en una tierra sin igualdad gobernada contra las mujeres».
El presidente de la Junta le ha respondido que «nosotros creemos en la autonomía, en la que cada comunidad autónoma y cada líder marca su estrategia, sus prioridades y sus pactos».
«Castilla y León es Castilla y León y Andalucía es Andalucía», ha añadido para preguntarle a Férriz, seguidamente, si le puede «explicar qué hemos canjeado los andaluces para que su partido pacte con la Esquerra Republicana de Cataluña independentista y con un partido heredero de ETA que no condena el terrorismo».
Tras declararse «convencido» de que las numerosas víctimas del terrorismo de ETA andaluzas «no están de acuerdo con esos canjes», Moreno ha sentenciado que el PP «nunca en la vida pactará ni con herederos terroristas ni con independentistas que quieren romper este país».
«¿Puede usted decir lo mismo?», ha preguntado Moreno a Férriz, a quien después ha querido «tranquilizar» y decirle «con cierta solemnidad que estamos trabajando todos los días para que haya otro gobierno con una mayoría amplia de coalición, potente, que sigamos transformando, mejorando, ilusionando a Andalucía».
«Estamos trabajando para que tengamos una mayoría suficiente», ha añadido Moreno, quien además ha augurado a los socialistas un «mal resultado» si «se siguen deslizando por la ‘oposición fake'».
Paralelamente, el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, también se ha referido al acuerdo entre PP y Vox en Castilla y León, y en un apunte en su cuenta de Twitter ha criticado que «el PP de Feijóo da un paso más en el camino abierto por Moreno Bonilla y abraza la radicalidad de la extrema derecha, algo que no ocurre en ningún lugar de Europa«. «Con el pacto de la vergüenza en Castilla y León, el PP demuestra que ni es moderado ni de centro, sino muy de derechas», ha escrito el dirigente socialista.
Si se llegara a dar el caso, Juanma Moreno sería quien recibiera todas las críticas que le están llegando a Mañueco, incluso desde el Partido Popular Europeo. Sería el responsable de dar cabida a políticos que continuamente atacan y no respetan la actividad parlamentaria.
La última, esta misma mañana, cuando la presidenta del Parlamento de Andalucía, Marta Bosquet, ha procedido a la lectura de un manifiesto sobre el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, suscrito por cuatro de los cinco portavoces de los grupos parlamentarios, siendo Vox el único en rechazarlo y además abandonando la sesión la casi totalidad de su grupo parlamentario tras declararse la sesión suspendida.
Bosquet ha dado lectura al manifiesto que señala que la Cámara autonómica “manifiesta su compromiso para acabar con la desigualdad entre mujeres y hombres y trabajar por la igualdad real y efectiva en todos los ámbitos de la vida”. Algo que, por lo que sea, no le gusta al partido de ultraderecha.