A sus veintiséis años, Manuel del Valle Bouzid ya ha representado a España a nivel mundial y europeo en la disciplina deportiva MMA (mixed martial arts). Campeón de Andalucía durante cuatro años consecutivos, cuenta también con un bronce (2018) y dos platas (2020 y 2021) en campeonatos de España.
Manuel tiene la mirada profunda de sus raíces maternas, con origen en el tangerino barrio de Hafa. Y su expresión, ingenua y limpia, contrasta con la dureza y la disciplina que implica la práctica de un deporte como las artes marciales mixtas. Este joven deportista nos recibe en el centro Sevilla Fight Center, en una zona industrial del popular barrio de San Pablo. Es allí donde entrena a diario.
¿Cuándo tomas contacto con este deporte?
Empecé por casualidad. Estudié el grado superior de Técnico en Animación de Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD). Fue entonces, durante una clase cuando conocí el MMA, me gustó y lo comenté con algunos amigos. Uno de ellos lo conocía porque su hermano lo practicaba y me remitió a este gimnasio… ya son seis años desde entonces.
¿Practicarlo supone un alto nivel de exigencia física?
Sí, es un deporte que te mantiene muy en forma porque exige mucho físicamente, se trabaja todo el cuerpo y, a nivel competitivo, puntualmente puede llegar a ser incluso algo lesivo en los entrenamientos.

¿Lo practican muchas mujeres?
En comparación con los hombres, la realidad es que no. Todavía no hay muchas mujeres practicando el MMA. Sin embargo, a niveles superiores, sí las encuentras compitiendo y son verdaderamente muy buenas. En este centro, por ejemplo, no hay chicas practicándolo, pero hay una monitora, Marina, que imparte clases a los niños que se inician en este deporte.
Más allá de lo físico, ¿crees que tiene algún beneficio para la salud mental?
A nivel personal y poniendo mi experiencia como ejemplo, te diría rotundamente que sí . Después de entrenar salgo como nuevo. Alguna vez que he estado estresado o me he sentido agobiado por algún problema, he venido a entrenar al gimnasio y aquí desaparece cualquier preocupación. Al margen del entreno físico, que es evidente su beneficio, también está el contacto con otras personas. Durante el ejercicio hablo con otros compañeros y compartimos conversaciones, al final en este centro somos como una pequeña familia, nos conocemos todos y eso es también algo muy positivo.
Luego, por supuesto, está la conexión directa del ejercicio con la salud mental, la práctica de un deporte como este puede ayudar a canalizar mejor la ira y otros sentimientos o dificultades que se tengan.

Un nivel de entrenamiento y de competición como el tuyo puede llegar a limitar en algún aspecto la vida propia de una persona joven. ¿Es tu caso?
Como todo en la vida. Si tienes un objetivo tienes que priorizarlo por encima de otras cosas. En mi caso, no consumo alcohol por una cuestión cultural y religiosa, soy musulmán. La dieta también puede verse afectada cuando tengo cerca una competición. Por lo demás pues, evidentemente, me he perdido algunos eventos familiares o de amigos pero, como digo, es una cuestión de prioridades.
Es una disciplina que combina, por así decirlo, otros deportes: desde las artes marciales, el combate, la defensa personal… sin embargo no llega a ser tan conocido ¿crees que se incrementará su práctica?
A nivel mundial es un deporte bastante conocido. Aquí en España empezaba a serlo cuando yo me inicié y, desde entonces, ha habido un crecimiento importante. Hay deportistas españoles que están consiguiendo buenos resultados a nivel mundial, Ilia Topuria por ejemplo es un referente y eso sin duda ayuda a que el MMA cada vez sea más conocido.











¿Crees que existe suficiente apoyo gubernamental o serían necesarias más ayudas?
Creo que sí, para cualquier deporte, no solo para el MMA. Las instituciones deben implicarse todo lo posible. En Andalucía y en España hay muy buena materia prima y, para que esta pueda rendir al cien por cien, son necesarias ayudas. Podrían conseguirse grandes resultados con un pequeño impulso.
Durante mi carrera amateur, los costes de las dos competiciones europeas y el mundial recayeron sobre mí. Tuve la suerte de poder participar porque encontré patrocinadores y la ayuda de mis familiares y amigos, pero en ese tipo de campeonatos hay mucha gente que se queda sin esa opción porque no puede soportarlo económicamente.
¿Es un deporte apropiado para los centros educativos?
Pienso que sí. Efectivamente, al final es un deporte que engloba muchos otros, algunos son tradicionales y otros olímpicos. Los deportes de contacto transmiten muchos valores e inculcan mucho respeto. Te enseñan disciplina, constancia… que las cosas se consiguen con sacrificio y esfuerzo, que no llegas y tocas el cielo. En tiempos como los actuales de tanta inmediatez, muchos niños quieren todo al momento y con la práctica de estos deportes aprenden valores que les van a ayudar en su educación.

¿Qué es lo mejor que te ha aportado la práctica del MMA?
Los amigos. Actualmente, cuando voy a cualquier punto de España, tengo amigos con los que puedo quedar y entrenar. También he viajado mucho, he conocido países como Rusia, Bélgica, Italia o Serbia gracias a la competición. Serbia es un país que me sorprendió mucho, es muy bonito. Pronto iré también a Finlandia.
Viajar te permite conocer otras culturas, aunque sea de forma breve, pues no es lo mismo que viajar por turismo. Pero, al final siempre tienes algún rato libre y, por ejemplo, antes de un combate me gusta dar un paseo, conocer el centro histórico de la ciudad donde esté, me ayuda a relajarme y desconectar del ambiente competitivo.
¿Aspiras a vivir profesionalmente del MMA? Sí, se que los inicios son complicados y hay que compaginar el deporte con otros empleos. Pero, con trabajo y sacrificio todo llega. A mí me gustaría y creo que podré hacerlo.