La previsión de crecimiento económico de España, ante la retirada de Francia y Alemania, nos colocaría en posición de liderar la Unión Europea
La Comisión Europea ha anunciado esta última semana que nuestro país tiene una previsión de crecimiento del 5,6% para el presenta año y un 5,3% para 2022. Este crecimiento nos consolidaría como la cuarta potencia económica de la eurozona. Todo ello sin contar los fondos europeos Next Generation UE (140.000 millones de euros) que nos han de llegar para afrontar la crisis económica que, con toda seguridad. Dichos fondos están bajo el control exclusivo del Gobierno de España gracias a las peripecias parlamentarias del VOX.
Respecto a la crisis, nuestra situación es diametralmente diferente a la de 2008. Ahora contamos con importante figuras dentro de la Unión como son Josep Borrel, Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad desde 2019 y Vicepresidente de la Comisión, o Iratxe García, presidenta de los 150 diputados socialista de la eurocámara. La combinación de ambos, junto con las vicepresidencias del Banco Central Europeo y Banco Europeo de Inversiones, nos ha granjeado grandes triunfos en el seno de las instituciones europeas.
Sin duda alguna en esta crisis la batalla en la Unión la esta dando España. En todo caso, independientemente de si se esta más cercano o más alejado de la posición ideológica del Gobierno de Pedro Sánchez, nadie puede negar que, en temas europeos, no se este dando lo mejor para garantizar nuestra posición internacional y la salvaguarda de nuestros intereses como nación.
Potencia económica y potencia diplomática
Como decíamos anteriormente, España ocupa el cuarto puesto de economías de la eurozonas y el 12º en el mundo. Esto nos sitúa en una posición privilegiada para convertirnos en decisivos en la nueva geopolítica mundial tras la pandemia. No solo por la posición económica, sino porque hemos sabido recuperar nuestro papel de interlocutores Europa-Latinoamérica.
La la renovación de los acuerdos comerciales de Europa con México y Chile, la ratificación de los acuerdos con Mercosur. Así como, la apertura de nuestra diplomacia a los ejes África y Asía Pacifico que se materializaron en la Cumbre del Pardo, llevan el inconfundible sello de la diplomacia española. En esta línea y bajo el actual liderazgo, España, esta pasando de ser un país poco influyente en la geopolítica global a ser a tener un importante poder de influencia. Por último, un dato relevante es decir que el castellano es el segundo idioma más hablado del mundo y que las sedes del Instituto Cervantes no paran de expandirse a nuevos paises y continentes.
Por si todo esto fuera poco, Joe Baiden y Kamala Harris, actuales Presidente y Vicepresidenta de los Estados Unidos de América, han alabado las políticas progresistas y en materia de igualdad de nuestro país, como ya hiciera Obama en su momento. De hecho, en Europa se da por descontado la invitación de España a la Cumbre de las Américas en primavera de este año. Es más, desde la Casa Blanca se nos ha solicitado la intervención para asegurar la asistencia y participación de numerosos países Latinoamericanos.
Parece que soplan buenos vientos de prosperidad económica y política para el actual Gobierno. Esperemos que en esta ocasión, mejor no mirar anteriores Gobiernos, sepamos aprovecharlos.