Cruzar los límites para crecer en solidaridad, dejar y abandonar las posturas extremas, abrazar con fuerza la vida con la grandeza de quien construye Felicidad. Eso debe de ser el frontispicio de una sociedad que quiere fortalecer su libertad, su igualdad y reconocer a sus mejores.
Considero imposible entender y que algunos compartan complicidad con aquellas organizaciones políticas que apuestan por liquidar la democracia, la libertad y con ello la verdad. Insufrible aquellos que siembran la discordia, la división, la diferencia y la confrontación.
Vehicular una ideología quebrantadora de sueños y que se dibuja con la metamorfosis de aquellos que fueron pilares de una dictadura Franquista como fue el Ex ministro Fraga Iribarne, fundador de Alianza Popular, dice mucho de qué médula espinal viene la derecha de nuestro país.
Tras la posverdad de la guerra de Irak de Aznar y su gran patrimonio económico gracias a sus vinculaciones con Murdoch (Consejero de News Corp, un 24% más y una cifra sin precedentes: 4 millones de euros) nada de lo que diga Ayuso y Feijóo nos puede extrañar.
Sus aliados de la extrema derecha y gracias a ellos han gobernado comunidades como la de Andalucía y Castilla y León sin ser la lista más votada. Ahora cambian el discurso sin pestañear dando lecciones democráticas cuando de verdad intentan desvirtuar cualquier acción de gobierno, judicial, parlamentaria, sucesivamente que no le venga bien a sus intereses creados.
Considero que tras los acuerdos que están sucediéndose con este gobierno, patronal y los sindicatos, quiero pensar que en el marco del conservadurismo en España existen personalidades lo suficientemente solventes para evitar que la socialdemocracia española tenga que acordar con organizaciones que de manera inicial y por principios nunca lo haría.
Es de recibo compartir que en el ámbito de nuestra Europa existen partidos y organizaciones de centro-derecha que son capaces de coaligar con organizaciones socialdemócratas frente a los extremos ideológicos de la izquierda y de la derecha. Pero la derecha mediática es profundamente hooligans para que hechos como estos no se produzcan y sólo valoran positivamente a los presidentes de gobierno socialistas cuando ya no lo son.
Las matemáticas mandan y en nuestro país a día de hoy los datos de empleo son excepcionales, se ha subido en los últimos cuatro años el salario mínimo interprofesional más que en los últimos veinticinco, se han producido acuerdos fundamentales entre la patronal (CEOE y CEPYME), entre los sindicatos (Comisiones Obreras y UGT) y el Gobierno de coalición… Y la inflación y el precio de la electricidad en España es el más bajo de toda Europa.
Es conveniente reconocer que el Presidente Sánchez tras sufrir una pandemia, guerra de Ucrania y crisis internacional tiene la capacidad de reinventarse promoviendo el proyecto de acuerdo ibérico y ser capaz de firmar un acuerdo con Macron, Presidente de Francia y un liberal que le garantiza a nuestro país unos importantes dividendos en política energética y agroalimentaria. Por ello le adelanto a esos agoreros, fuera y dentro del PSOE, que queda Sánchez para rato…
Hoy el PSOE tiene discurso, contenido, programa y evidentemente hay errores que no me dedico a subrayar porque para eso está el tres letras.
El Presidente Sánchez diseña de manera peculiar e interesada una forma de relacionarse en el ámbito de la política, de los acuerdos y del marco internacional de una manera propia. Pero ¿qué Presidente no lo ha hecho?. Decía hace días un “merodeador” mediático que Sánchez habla un inglés perfecto!!! y además lo decía como crítica… Yo añadiría que es capaz de hablar el arameo “de la tierra de Aram (Siria)”… Creo que quiere entenderse con el imperio Aqueménida.
Decía Ortega y Gasset en “España Invertebrada” que la aristofobia es el odio a los mejores y que es el mal endémico de nuestro país. Añadía que es la causa secular de nuestra decadencia y lo peor de nuestro pueblo. “Despilfarramos el talento y proporcionamos que nos lideren mediocres, porque no soportamos que los mejores lleguen a liderar un país que no se reconoce a sí mismo y que por ello ha estado en brazos de monarcas y políticos mediocres”
Nuestro País congestionado por las envidias que aniquilan desde las pequeñas estructuras cualquier atisbo de creación, brillantez e inteligencia, sólo podemos combatirlo exclusivamente con la pericia y la inteligencia que nos indicaba la frase de Ernest Shackleton (explotador en la Antártida) “Fortitudine vincimos” (Resistiendo vencimos).
Blas Ballesteros Sastre
Abogado y Politólogo