Desde hoy el cierre generalizado a los bares, bares de solo copas y discotecas ponen fin a la diversión de entre la sobremesa y la noche caracterizan a nuestra tierra en verano
Sitios míticos de esparcimiento en la costa con presupuestos millonarios como Ocean Club Marbella, un exclusivo del verano y el lujo verá concluir su actividad por la alerta sanitaria y, no es el único. Miles de bares que viven de la temporada veraniega ven interrumpidos su nunca mejor dicho «agosto».
Ante el avance imparable de la cadena de transmisión del virus, el Gobierno, dentro de las medidas ha provisto decretar el cierre de bares de copas, discotecas y similares para contener lo que ellos consideran que hoy en día supone la principal cadena de transmisión.
Casos sonados como la macrofiesta de una discoteca cordobesa o virales como un DJ que esparcía alcohol entre el público han llevado al Ministerio de Sanidad a llevar a cabo medidas extremas.
Entre otras se prohíbe la apertura de dichos locales más allás de la 1 de la madrugada, caso que en algunas autonomías como Andalucía sera total. Y es que solo aquellos que sirvan comidas, es decir restauración podrán abrir y como máximo cerrar a la 1 de la madrugada; no solo eso, sino que no podrán aceptar clientes desde la medianoche.
El coto a las botellonas resulta, aunque ya prohibidas un factor clave. Dentro del programa de seguimiento de la pandemia el hacerlo efectivo dentro de la población siempre ha representado y sigue siendo algo difícil de controlar, de ahí el objetivo marcado de erradicarla práctica allí donde se produzca.
Fumar es uno de los grandes problemas dentro del decreto. La medida contempla que si no se cumplen las distancias, el hábito no está permitido. En la práctica eso no se puede llevar a cabo. Fumadores y no fumadores verán como el espacio acotado se comparte no por no respetar las medidas, sino por otras variables ajenas a ellos que se acercan y alejan indiferentes de lo que pasa.