Moreno Bonilla ha anunciado medidas más drásticas al ver que la pandemia en Andalucía sigue sin control con las ya establecidas
El presidente de la Junta de Andalucía ha anunciado que para las próximas dos semanas la comunidad autónoma se blinde un poco más de lo que lo está ahora. Resulta que comercios de 7 provincias tendrán restricciones severas, y totales en Granada.
A partir del martes toda transacción comercial no esencial en 7 provincias tendrá orden de cierre a las 18:00 horas, salvo en Granada que esa prescripción será total las 24 horas.
Las medidas en Andalucía se han endurecido mucho más de lo que se esperaba después de 14 días de cierre perimetral de poblaciones, lo que a la postre ha significado que poblaciones limítrofes de pueblos cercanos a la capital que los separan calles no puedan en teoría ser sobrepasados. Los que sí sufren esta medida son los pueblos pequeños que ven como su movilidad, ya de por sí afectada durante años por el éxodo de los servicios a las capitales sea un punto a jugar en su contra.
Los pueblos que de por sí mismos son autosuficientes y cercanos a la capital gozan de todas las comodidades; y salvo las escapadas a sierras o playas poco o nada se han visto afectados por las medidas de movilidad decretadas.
Por contra, pueblos del extrarradio que ni siquiera gozan de tiendas de alimentación básicas y que durante la modernización han ido abasteciéndose de grandes superficies de la capital por el simple hecho del buen acceso en vías, ahora ven mermados unos derechos que creían inalterables.
La movilidad entre núcleos urbanos y poblaciones diseminadas deja al descubierto que las medidas, aunque persiguen un bien mayor, dejan indefensos a pueblos que carecen de instalaciones básicas pero que hasta ahora se nutrían de infraestructuras adyacentes de otros pueblos a los que ahora no pueden acceder.
La medida puede ser polémica, pero desde que la movilidad en carretera es segura, rápida y efectiva; multitud de poblaciones han ido adaptando: economía, comercio y transporte en función de sus necesidades. Dejar a pueblos que están alejados al núcleo comercial de la capital y expuestos solo al comercio local parecería lo más ideal para fomentar el comercio autóctono, pero no siendo ingenuos, el comercio local está en el 90% preparado para pequeñas compras que suplen olvidos y en ningún caso sustituyen grandes compras que se realizan en comercios al detalle, como es el tipo de Mercadona o Carrefour. Poblaciones de 500 u 800 habitantes no pueden soportar compras de pescado fresco o carnes, que sí son ofrecidos por dichos comercios, y todos estos en núcleos ya establecidos.
La movilidad, en este tipo de casos debería ser exceptuada, para satisfacer lo que en todos estos años ha sido una evidencia. El crecimiento asentado de comercios como Mercadona no basan sus ventas solo en economías locales, sino en en grandes atracciones de clientes de poblaciones colindantes que de una u otra forma han ido adaptando su demanda y que a día de Hoy no puede ser satisfecha por el comercio local
Cada ayuntamiento, dependiendo de sus capacidades y, hallándose competente en materias de acreditar el comercio local, debería elaborar unas recomendaciones en base a las restricciones de la Junta de Andalucía.
Pero puesto el ejemplo, en Sevilla o Málaga, hay municipios que solo son separados por una simple calle por régimen administrativo. Los habitantes de dicha población siempre compran en un supermercado concreto. ¿Con qué autoridad un agente de la ley le puede multar a un consumidor que lleva 30 años de asiduidad en el centro comercial que opta por otra alternativa que está dentro de su municipio, pero a 12 kilómetros por que la ley lo dicta, pero no puede pasar una calle porque pertenece a otro municipio y sí lo impide la ley?.
Paradojas, para eso está todavía la física teorizando sobre el Universo