La historia que os voy a contar no es la mía, es la de mi padre y maestro. Padre y maestro de todos aquellos que algún día decidieron trabajar con él, porque el de la hostelería siempre fue un negocio familiar. Podría ser la historia de todo aquel que un día decidió luchar por conseguir su sueño. La historia de un emprendedor.
Mi padre fue tabernero. Y tabernero se nace. Es una de esas profesiones vocacionales, como la de maestro o cura. Cualquiera de nosotros puede ser camarero, pero las cualidades del tabernero no se aprenden, se nace con ellas.
Como todo maestro, un día fue aprendiz y tuvo un maestro, Isidoro. La Venta Isidoro, un establecimiento ubicado en la entrada de Sanlúcar la Mayor en los años 60 y 70, lugar de parada obligatoria en la antigua carretera Sevilla-Huelva, fue su primer acercamiento al negocio de la hostelería. Por aquel entonces alternaba este trabajo con el de dependiente en La Milagrosa, la tienda de ultramarinos que había en el pueblo.
En el año 79, coincidiendo con el cierre de la Venta Isidoro, mi padre se hizo con el traspaso de un bar en el centro de Sanlúcar la Mayor, la Plaza del pueblo. Un local pequeño, pero con la posibilidad de utilizar la plaza para poner veladores. Fue lugar de encuentro de todas las personalidades de la localidad, un bar sin horarios, en el que algunos días se juntaban los primeros clientes con los últimos del día anterior. Un bar de pueblo de los que casi ya no quedan. El Bar Tony sería conocido no solo por los habitantes de Sanlúcar la Mayor, también por muchos clientes de la capital, porque Sanlúcar la Mayor fue siempre un referente en la gastronomía.
Como a todo buen emprendedor, aquel negocio pronto se le quedó pequeño. Fue a finales del año 87 cuando decidió embarcarse en un proyecto nuevo, algo diferente dentro del aljarafe sevillano y nació el que hoy sigue siendo Mesón Tony. Se trata de un restaurante familiar de comida casera, un espacio grande pero acogedor, en el que los clientes se sienten como en casa.
Tony Ríos, mi padre, en el año 79 y con poco dinero, se embarcó en un proyecto enorme, para el que tuvo que pedir un gran préstamo a los bancos en tiempos que el interés superaba el dieciocho por ciento. Sólo fue posible gracias al aval de su compadre Joaquín Rodríguez, de la Panadería del Boni.
Con el dinero conseguido compró, en la Plaza de los Alamillos, un local que debía convertirse en restaurante en poco tiempo, pues pronto tendría que hacer frente a las primeras letras de los bancos. En menos de tres meses, albañiles, carpinteros, herreros, electricistas y fontaneros trabajaron sin descanso y consiguieron acabar la obra. En marzo del año 88 se inaugurará Mesón Tony, un establecimiento que desde entonces mantiene su esencia a la vez que se adapta a los nuevos tiempos.

Sin renunciar a sus inicios, el Mesón Tony conserva su cocina casera y sus guisos tradicionales, como el cocido con pringá, las espinacas con garbanzos o las habas del terreno con huevo y jamón. Platos a los que acompañan las mejores carnes, pescados y mariscos de Huelva. Son guisos elaborados por mi madre desde el año 79. Como no podía ser de otra forma, mi padre siempre tuvo a su lado a Dolores, su compañera, trabajadora incansable y cocinera de las de antes: de fuego lento y olla grande.

A día de hoy nuestra clientela son los nietos de nuestros primeros clientes, que vienen con sus hijos y recuerdan con ellos las veces que sus abuelos y sus padres los traían a comer. No hay mejor recompensa para los que nos dedicamos a la hostelería que el reconocimiento de nuestra clientela, gracias a su fidelidad llevamos casi cuarenta y cinco años dedicándonos a mantener vivo el sueño de mi padre. Esperamos seguir muchos más.
Antonio Ríos.
Totalmente de acuerdo Antonio , desde el año 1992 somos asiduos clientes , primero con mis hijos y ahora seguimos yendo con mis hijos y MIS NIETAS , los platos son ES PEC TA CU LA RESSSS , las papas aliñaaa , el SOLOMILLO TONY , etc , cuando empezamos a ir mis hijos jugaban contigo Antonio , te acuerdas
Seguir así ENHORABUENA y SEGUIR ASÍ
Muchas Gracias Vicente, un placer tener clientes y amigos como vosotros.
Como todos reconoceis la buena cocina y comida de esta casa, yo quisiera añadir el cariño, mimo y tesón que esta familia pone cada día en sus fogones, sus mesas y sobre todo en sus clientes.
Gracias por cumplir nuestras expectativas cada vez que pasamos por vuestra casa.
Un abrazo para todos.
Muchas Gracias Andres, vuestro reconocimiento es nuestro mejor premio.
Ir a vuestra casa es un acierto seguro
Que bien se come, cuánta amabilidad, que buen trato a nosotros nos encanta ir y lo hacemos cada vez que podemos
Una entrevista preciosa enhorabuena y a seguir por muchos años
Muchas Gracias Cristina, que Mesón Tony sea siempre vuestra segunda casa.
Luchador incansable, profesional y con un trato excelente. Siempre supo rodearse de buenos profesionales. Y me ha agradado mucho saber que Joaquín el del Boni fue su avalista. Otro grande. Un negocio con historia y con futuro.
Muchas Gracias Rafael, Joaquin y mi padre siempre fueron grandes amigos, dos luchadores que nos dejaron pronto.
Tengo el placer de conocer ha esta familia desde que llegué a Sanlucar hace 40 años y el gran honor de trabajar con Loli en sus fogones al comienzo del Mesón Tony. Para mí Antonio,María del Mar y Elena han sido mis niños,los he tenido en mis brazos y ahora siguen en mi corazón, me hicieron sentir parte de su familia porque Tony y Loli son así,puro corazón, ENHORABUENA FAMILIA Y BESOS AL CIELO💋💋
Muchas Gracias Elena. Mesón Tony es el resultado de todas aquellas personas que un día formaron parte de este proyecto. Gracias a todos los que fueron nuestros compañeros, siempre formaréis parte de nuestra familia.