Si algo se esperaba en la Navidad de 2020 es la incertidumbre
La pandemia nos ha dejado a todos faltos de previsión, además de huérfanos en Navidad.
Quién iba a pensar que un año después del 2019, íbamos a vivir una año tan infame. Ni la crisis del ladrillo dejó a tantos atrás.
El PIB por debajo del 12% y con un ataque de los independentistas al poder. Ya no al poder, sino al la Corona.
El 2020 es un año en el que si se le pregunta a cualquier español se va a preguntar el por qué de tanta revolución cuando el año coincide con una pandemia. Pues es sencillo.
Cuando es Estado está más débil es cuando se le suele atacar, como a la presa desvalida.
Partidos de toda la vida representan la decadencia o la corrupción de una generación, y que ahora dan la cara, cuando el pueblo los necesita.
Pero no están; ni se les esperan.