Las oposiciones para docentes en Andalucía ya son una realidad. La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha confirmado oficialmente este miércoles la convocatoria de estas oposiciones para el año 2025, lo que generará un proceso selectivo para cubrir un total de 7.785 plazas en la comunidad.
Aunque no se ha especificado la distribución exacta de plazas por provincias, se estima que un 20% de estas plazas se asignarán a la provincia de Málaga, lo que equivaldría a más de 1.400 vacantes. El proceso será publicado la próxima semana en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), lo que marcará el inicio formal del procedimiento.
La consejera de Educación, Carmen Castillo, destacó en un comunicado y a través de sus redes sociales que este proceso cuenta con el apoyo de los sindicatos presentes en la mesa sectorial, tales como CSIF, ANPE, USTEA, CCOO y UGT, lo que proporciona un respaldo institucional a la convocatoria.
Sin embargo, la noticia no ha sido bien recibida por todos los sectores implicados. Los docentes interinos, que han estado luchando durante meses para frenar la convocatoria, temen que el proceso deje sin empleo a un gran número de profesionales que actualmente pertenecen a este colectivo. Esta situación ha generado un fuerte debate en torno a la estabilidad laboral de los interinos, quienes consideran que la convocatoria masiva de plazas puede provocar una gran cantidad de despidos.
Por su parte, el sindicato IIDEA ha denunciado el llamado ‘efecto llamada’ que estas oposiciones podrían generar. Según la organización, la convocatoria coincide con un momento en que no se celebrarán oposiciones en otras comunidades autónomas, lo que podría atraer a un gran número de aspirantes de fuera de Andalucía, aumentando la competencia y la presión sobre el sistema educativo regional.
A medida que se acerque la fecha del examen, el debate sobre las oposiciones docentes en Andalucía se intensificará, con opiniones divididas entre quienes defienden la estabilidad y mejora del profesorado y aquellos que consideran que el proceso puede afectar negativamente a los docentes interinos.