El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha hecho públicos los resultados de sus proyecciones de población para Andalucía, donde se destaca que la Comunidad Autónoma en su conjunto tiene un aumento esperado de un 8% en los próximos 15 años.
Según los datos, consultados por Europa Press, Andalucía aumentará 690.515 habitantes en ese periodo de tiempo, por lo que pasará de 8.631.862 personas (cifras de 2024),a 9.322.377 personas en el año 2039.
El informe del INE apunta que, si se mantienen las tendencias demográficas actuales, las provincias que más población ganarían serían Almería y Málaga, seguidas de Huelva, Granada, Sevilla y Cádiz.
Por el otro lado se sitúan Córdoba y Jaén, únicas provincias andaluzas que se prevé que pierdan población en los próximos 15 años. En concreto, el territorio cordobés perderá 25.079 habitantes (-3,34%), mientras que el jiennense registrará 44.449 habitantes menos (-7,18%).
En las tierras almerienses se prevé pasar de los 760.964 habitantes alcanzados en 2024 a los 949.233 ciudadanos en 2039, registrando 188,269 vecinos más con una subida del 24,74%, el crecimiento más alto del conjunto andaluz. Le sigue Málaga, donde se espera un aumento del 20,85%, lo supone 370.015 habitantes más, pasando de 1.774.701 personas en 2024, a 2.144.716 en 2039.
Ya en la provincia onubense pronostica una subida de población del 9,27% con 49.639 ciudadanos más que en 2024, cuando se han registrando 535.734, llegando así a los 585.373 en los próximos 15 años. De igual forma, en el territorio granadino se espera acoger a 70.681 vecinos más, pasando de los 939.741 habitantes contabilizados en 2024 a los 1.010.422 ciudadanos en 2039, alcanzando una subida del 7,5%.
En Sevilla, se predice un crecimiento del 2,7%, lo supone 53.107 habitantes más, pasando de 1.968.624 habitantes en 2024, a 2.021.731 en los próximos 15 años. Además, en la provincia gaditana se espera llegar a los 1.287.059 habitantes en 2039, ganando así 28.329 ciudadanos, con una subida del 2,25% en comparación con 2024, fecha en la que se han contabilizado 1.258.730 habitantes.
Cerrando este listado se posicionan Córdoba y Jaén, las provincias en las que se espera un descenso poblacional. En concreto, en las tierras cordobesas el número de ciudadanos descenderá un -3,34% en los próximos 15 años, lo que supone 25.079 habitantes menos, de tal forma que la provincia pasará de 774.313 personas en 2024, a 749.234 en 2039.
Por último, Jaén será la provincia que más habitantes perderá del conjunto de Andalucía, así, se espera que estas tierras contabilicen 574.606 vecinos en 2039, un 7,18% menos al perder 44.449 habitantes en comparación con el año 2024, cuando se registraron 619.055 ciudadanos.
La comisaria europea para el Mediterráneo, Dubravka Suica, ha revelado ante la Eurocámara su intención de crear una agencia europea para la demografía que ofrezca un «enfoque generalizado» a los Estados miembros y una serie de herramientas para atajar el problema de la pérdida de población en toda la Unión Europea.
«Alguien debe tomar las riendas para hacerlo de una forma seria y organizada», ha apuntado la comisaria croata durante su intervención en un debate sobre el problema demográfico que afronta Europa en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).
Suica ha recordado que Bruselas ya ha ofrecido una serie de herramientas a las capitales para hacer frente a la pérdida de población, pero ha reconocido la necesidad de profundizar en un «enfoque generalizado», ya que considera que dedicar la cartera dedicada a la demografía en el seno de la Comisión «se queda corta».
Así, sin dejar de reconocer las competencias de los Estados miembro en este ámbito, la comisaria ha explicado su ambición «a largo plazo» de crear un «instituto o una agencia» para la demografía que introduzca una serie de condiciones a cumplir por parte de los Veintisiete. «Imposiciones, no; recomendaciones, sí», ha incidido la política croata.
En este sentido, ha precisado que la estrategia de la Comisión frente al reto demográfico se estructura en torno a cuatro prioridades: apoyar la conciliación de los progenitores; empoderar a las generaciones más jóvenes; mantener el bienestar de las generaciones de más edad y, cuando sea necesario, hacer frente a la escasez de mano de obra a través de la migración legal gestionada.