Alfonso Muñoz Cuenca, colaborador habitual de este periódico, es cordobés de nacimiento y funcionario de carrera de la Administración General del Estado desde el año 1991.
Se confiesa un apasionado de su trabajo en el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Una labor que, además, complementa con un espacio personal en el que en su tiempo libre y a través de vídeos explica a la ciudadanía todo aquello que debe conocer sobre cotizaciones, prestaciones, seguridad social, etc. Cuenta con la ventaja de haber sido ponente en algunas de las leyes más actuales como la que regula el ingreso mínimo vital o la ley de Garantía del poder adquisitivo de las pensiones.
Es militante del Partido Socialista desde el año 2011 y ha sido senador por la provincia de Córdoba durante la XIII y XIV Legislatura, desempeñando el puesto de portavoz socialista de Seguridad Social.
Ayer, tras el recuento electoral de las elecciones europeas y los resultados obtenidos por el PSOE andaluz, usted pidió en una carta abierta a Pedro Sánchez que actúe en la formación regional. ¿Cómo considera que debería actuar? ¿Cree que existe una preocupación particular con Andalucía?
Debe actuar con responsabilidad y valorando los datos concretos de nuestra comunidad autónoma y observando cómo, elecciones tras elecciones, el PSOE de Andalucía pierde apoyos. Creo que ya que se ha cerrado el ciclo electoral habría que poner los pilares para enfrentarnos en las próximas elecciones autonómicas a un Partido Popular que día a día sigue consolidándose en Andalucía.
El PSOE andaluz era el motor de mi partido, un referente que marcaba el paso y el ritmo. En este momento se ha convertido en una rémora para el PSOE nacional. Creo que tenemos que actuar ahora que aún hay tiempo.
Y, claro que hay una preocupación por la situación del PSOE en Andalucía. Todos sabemos que un buen resultado en nuestra tierra posibilita la presidencia del Gobierno.
Entre sus críticas denuncia que el PSOE de Andalucía “está destrozado en ocho reinos de taifas, sin objetivos compartidos ni estrategias coordinadas y sin dejar participar a la militancia”. Son acusaciones duras…
No creo. Son afirmaciones reales. No hay un proyecto común, no hay coordinación. En estas elecciones no se ha contado con una militancia que cada vez está más desilusionada y menos motivada. Principalmente por no sentirse partícipes ni tener la oportunidad de debatir sobre determinadas decisiones importantes. Hay militantes que el único espacio de debate que tienen son las casas del pueblo y éstas solo se abren de elecciones en elecciones.
En su comparecencia de ayer, Juan Espadas sin mencionarlo directamente hacía alusión a los motivos que, a su juicio, impulsan la postura crítica que usted mantiene. ¿Han tenido oportunidad de hablar?
Personalmente creo que la alusión o afirmación velada de Juan hacia mí estuvo fuera de lugar. Cuando apoyé su candidatura de forma proactiva me decía que era importante para abrir un nuevo tiempo en Andalucía. Sin embargo, ayer no compartía mi opinión.
Ni antes era tan bueno, ni ahora tan malo. Lo que siempre he sido es una persona que ha ejercido la crítica positiva en el seno de su partido. No debemos olvidar que somos un partido progresista. Considero, además, que las opiniones de todos los militantes, tengan o no cargos, son igual de legítimas que las de sus dirigentes.
A su pregunta sobre si hemos hablado, no. No hemos hablado, pero él tiene mi teléfono y sabe que siempre estoy abierto a un buen debate de ideas.
¿Qué le diría a quienes sostienen que “los trapos sucios hay que lavarlos en casa”?
Pues les diría que hoy la militancia tiene más medios para poder expresarse libremente y sin filtros y ese es otro de los problemas de nuestro partido, la actual falta de adaptación a los nuevos tiempos. Muchos partidos nos están comiendo el terreno entre los jóvenes, precisamente, porque no llegamos a ellos, no hablamos su lenguaje ni estamos presentes en sus foros.
Andalucía ha perdido esta cita electoral por 5 puntos, otros territorios como Castilla La Mancha lo han hecho por 10 ¿Debería dimitir también Emiliano García-Page?
Ocupar un alto cargo de responsabilidad orgánica lleva consigo tener que asumir los resultados, sean estos positivos o negativos. No podemos perpetuarnos en los cargos ni dificultad la posibilidad de renovación.
¿Cuáles serían las propuestas concretas que haría a su partido para que este recuperase el espacio político mayoritario en Andalucía?
Sinceramente, considero que hay una importante labor por delante, en muchos aspectos. Como prioridades considero tres ineludibles, una tiene que ver con el ideario del partido y la necesidad de ponerlo en circulación en Andalucía. Ahora mismo, el partido a nivel nacional y el Gobierno tienen una agenda verdaderamente potente con temas que siempre han formado parte de nuestra ideología. Diría más, hemos incluso adelantado en eso a las opciones más a la izquierda. Es necesaria una posición clara y líneas nítidas sobre determinados aspectos, entre ellos, el medioambiente. Le pongo un ejemplo, el vaivén en la postura sobre Doñana lo que hizo fue debilitar nuestra identidad y desorientar al electorado.
Debemos poner más el foco en Andalucía y en los problemas de los andaluces, con mensajes más territoriales, defendiendo aún más nuestra identidad y exigiendo nuestro espacio en el contexto nacional.
Las ideas y cómo comunicarlas para que lleguen de forma eficaz es algo básico.
El contacto con lo que se ha venido a llamar el tejido social es otra cuestión clave. Habría que reactivar las organizaciones sectoriales, son espacios de debate y participación directa de los afiliados y de la ciudadanía. Y para todo eso habría que hacer una profunda y seria reflexión, con congresos más abiertos y participativos, y enriquecernos de la sociedad, teniendo mayor presencia y participando con los colectivos.
Además, Andalucía es muy grande y necesita un líder 24 horas durante los 365 días. Siempre he defendido que “una persona, un cargo”.
Por último, otra prioridad estaría en los jóvenes. Tenemos que atraer el voto joven. Apenas tenemos apoyo de ese colectivo tan importante de cara al futuro, para eso nuestros mensajes deben ser más frescos, rápidos y directos, sin tanta retórica. Hay que modernizarse. Para mis hijos adolescentes, ni Iñaki Gabilondo ni Jordi Évole son sus referentes.
En su opinión “Andalucía es socialista, pero necesita un líder”. ¿Estaría usted dispuesto a ser ese líder?
La etapa de Senador fue una experiencia apasionante y un paréntesis en mi labor de funcionario de Seguridad Social. Me gusta mi trabajo y también mi partido, por eso hice pública la carta abierta nuestro secretario general.
Soy de los que piensan que las ideas y los programas están por encima de las personas. No se trata tanto de quién sino de para qué. Por eso espero que nuestro partido haga una profunda reflexión e inicie un necesario proceso de regeneración para poder recuperar la iniciativa y el espacio perdido en Andalucía.