Su historia es la de una mujer que ha roto estereotipos y saltado barreras. Descubierta con solo 5 años por Rafael Gordillo, Irene Guerrero recibirá el próximo 22 de mayo la mayor distinción que la provincia de Sevilla puede otorgarle, la Medalla de Oro. También su ciudad le otorgará, días más tarde, la Medalla al Mérito Deportivo. Creció en el popular barrio de Las Almenas, en el seno de una familia en la que ambos progenitores, con discapacidad física, eran deportistas. Fueron ellos, sus padres, quienes le mostraron el camino para no claudicar fácilmente y le enseñaron los valores del deporte.
Es así, como esta joven de tan solo 27 años es hoy internacional con la Selección Española de fútbol y Campeona del Mundo. Se inició en equipos como el Híspalis, el Azahar o el Sevilla, incorporándose en 2012 a su preferido desde los primeros años, el femenino del Real Betis. Tras participar en la Copa de la Reina, fichó por el Levante UD y, posteriormente, por el Atlético de Madrid. Actualmente forma parte del Manchester United.
Recibes la noticia de la Medalla de Oro de la Provincia de Sevilla en Manchester, la ciudad donde actualmente resides ¿Qué implica para ti esta distinción?
Así es, recibí la confirmación de este reconocimiento estando en Manchester. Fue una muy buena noticia. Recibir la Medalla de Oro de la provincia que me ha visto crecer es un orgullo enorme para mí.
Inicias tu andadura deportiva muy joven, de la mano del exfutbolista internacional Rafael Gordillo ¿Qué significa su figura en tu vida? ¿Cómo fueron aquellos primeros pasos?
Es una figura deportiva y personal muy importante. Aunque ya jugaba al fútbol antes de conocerlo, es cierto que gracias a él pude formar parte del que fue mi primer equipo de fútbol. Recuerdo mis inicios con mucha alegría e ilusión, estaba deseando que llegara la hora del entrenamiento y ver a mis compañeros para poder disfrutar de mi pasión.
La tuya es una historia de superación en la que tus padres jugaron un papel imprescindible…
Mis padres para mí son mi vida, son las personas que me han acompañado en cada paso que he dado, me han visto crecer, me han enseñado los valores que hoy día represento. Y, por supuesto, nunca me han dejado rendirme o quedarme en lo negativo cuando las cosas no salen como una espera. Siempre hay que seguir hacia adelante.
¿Alguna vez estuviste a punto de tirar la toalla? ¿Qué le dirías a otras deportistas que afrontan situaciones de dificultad?
Tirar la toalla, nunca. Pero, momentos de dificultad recuerdo bastantes. A lo largo de toda una vida deportiva, en muchas situaciones, consideramos que merecemos más de lo que estamos recibiendo. A veces, resulta difícil entender que todo el sacrificio y esfuerzo empleado no nos lleve al resultado deseado.
El consejo que daría ante momentos de dificultad sería, por un lado, relativizar la situación porque muchas veces perdemos el foco y nos dejamos llevar por cómo nos sentimos en un momento determinado y, por otro lado, invitaría disfrutar del proceso porque, frente a otras muchas situaciones que dependen de diferentes factores, lo que nos define es cómo vivimos el día a día y eso depende de nosotros.
Con 16 años pasaste a formar parte del recién creado equipo femenino de Real Betis. Desde entonces, los éxitos se fueron sucediendo con distintos equipos hasta llegar a ser campeona mundial con la Selección Española. ¿Qué etapa de tu trayectoria has disfrutado más y por qué?
Sinceramente, he disfrutado mucho de todas las etapas cada una de ellas ha tenido algo especial. Aunque resulta difícil elegir una sola, me quedaría con mi primer contrato profesional con el Real Betis Balompié. Fue el primer sueño cumplido en mi carrera deportiva y donde empecé a vivir nuevos retos.
Son muchos e indiscutibles los valores que el deporte aporta en la vida de una persona, pero también suponen un esfuerzo y sacrificio importantes, sobre todo en los más jóvenes ¿Merece la pena renunciar a momentos con los amigos y la familia?
Personalmente, soy una persona muy cercana a mi familia y amigos y, claro, me resulta muy difícil estar lejos de ellos. Los echo mucho de menos, pero también es cierto que el fútbol es mi pasión. Así que estoy dispuesta a sacrificar ciertos momentos con ellos de manera puntual para poder disfrutar de lo que me apasiona.
¿Qué ha aportado tu carrera profesional a otras facetas de tu vida personal?
Mi carrera profesional ha aportado muchísimas cosas a mi vida personal, desde el poder conocer a personas maravillosas que si no fuera por el fútbol no las hubiera conocido, hasta experiencias que me marcado y me han hecho valorar lo que tengo.
¿Cómo se ve Irene Guerrero en unos años? ¿Qué proyectos se plantea?
Sinceramente, soy una persona a la que le gusta mucho vivir en el presente. No pienso en cómo o dónde voy a estar dentro de 10 años, pero es inevitable ser consciente de que el momento en que acabe mi carrera deportiva tendrá que llegar y tendré que estar preparada también académicamente. Sigo formándome para que, cuando llegue ese día, pueda seguir vinculada al mundo del fútbol y ayudar desde otra posición al crecimiento del deporte, en especial femenino. También en otra de mis pasiones que es la docencia.