Los 19 días correspondientes a la campaña electoral de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Ecuador acabaron y mañana domingo 15 de octubre sabremos quién gobernará el país sudamericano.
Se enfrentan en esta segunda vuelta Daniel Noboa, empresario y candidato de la coalición de centroderecha Acción Democrática Nacional, conformada por el Movimiento Pueblo, Igualdad y Democracia y el Movimiento MOVER.; y Luisa González, de 45 años, candidata del izquierdista Movimiento Revolución Ciudadana.
Ambos superaron la primera vuelta de las elecciones en Ecuador con el 33% de los votos por parte de la heredera del ‘correísmo’ y el 24% para del representante de la élite económica y empresarial del país ecuatoriano.
Estas elecciones fueron convocadas tras el decreto presidencial del Gobierno de Guillermo Lasso, en el que se activó un mecanismo constitucional, denominado ‘muerte cruzada’, que otorga la facultad para convocar elecciones extraordinarias para renovar la Presidencia, Vicepresidencia y Asamblea Nacional.
Son los primeros comicios extraordinarios en Ecuador desde 1940. Asimismo, son las primeras elecciones de la historia del país en ser convocadas bajo el mecanismo constitucional del artículo 148 de la Constitución nacional, la ‘muerte cruzada’.
Gane quien gane este domingo, será un mandato breve. En un Ecuador azotado por la violencia, la crisis económica y el descontrol dentro del Gobierno, se le sumará una legislatura corta de solamente año y medio.
Esa tensión e incertidumbre que vive el país sudamericano se ha dejado ver en la campaña electoral, con el terrible acto violento del asesinato del candidato Fernando Villavicencio días antes de la primera vuelta de estas elecciones anticipadas.
Por ello, en las últimas semanas, los candidatos han volcado su fuerza en las redes sociales y minimizado los mítines y actos públicos por la latente inseguridad. Y cuando lo han hecho, han sido enfundados en chalecos antibalas.
Hasta tal punto que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador ha puesto en marcha un plan conjunto con la policía nacional y las fuerzas armadas para garantizar la seguridad de los ciudadanos el fin de semana.
Desde la medianoche del pasado viernes arrancó lo que se conoce como silencio electoral, pensado como un tiempo para la meditación del votante y en el que está prohibida la propaganda política y beber alcohol.
Las últimas encuestas señalan una cierta ventaja para Daniel Noboa, hijo del “eterno perdedor” de las elecciones ecuatorianas Álvaro Noboa (hasta cinco veces se llegó a presentar). De acuerdo con la consultora Comunicaliza, un 41,5% de los potenciales votantes se inclinarían por el aspirante de centroderecha, contra 36,4% de González.
Un 12,4% de las personas entrevistadas se había mostrado indecisa y casi un 10% votaría en blanco o anularía el sufragio. Para Negocios & Estrategias, Noboa está un punto por encima de la candidata de Revolución Ciudadana. Telcodata, por su parte, pronosticó un empate técnico entre ambos contendientes.
Las propuestas del candidato de centroderecha incluyen promover el desarrollo socioeconómico y el empleo como ejes para reducir la violencia. En materia económica, busca proteger y reforzar la dolarización. Asegura que en su gobierno habrá facilidades de crédito para pequeñas y medianas empresas, además de incentivos tributarios.
Ha dicho que aislará a los delincuentes más violentos en cárceles barcaza en el mar, para proteger a los presos no violentos y su llamado “Plan Fénix” se refiere a la creación de una central de inteligencia para prevenir delitos y garantizar la seguridad.
Por su parte, la abogada González cuenta con mayor experiencia en la gestión y el Parlamento y puede convertirse en la primera presidenta de Ecuador de toda su historia.
Su campaña se ha basado en recuperar la senda iniciada por Rafael Correa en su día que incluye un mayor protagonismo estatal en la economía y políticas públicas destinadas a los más desfavorecidos.