«Compromiso absoluto» con la agricultura y la pesca como sectores «troncales y estratégicos» para la economía y la cohesión social de la comunidad. Es lo que ha asegurado el PSOE de Andalucía, que también ha apostado por avanzar de la mano de los productores para generar riqueza y empleo, vertebrar el medio rural, mejorar su sostenibilidad y alejar la amenaza de la despoblación.
Es una de las conclusiones del encuentro mantenido por el secretario general y candidato a la Presidencia de la Junta, Juan Espadas, y el ministro de Agricultura, Luis Planas, con representantes municipales socialistas de las ocho provincias andaluzas, ha informado el partido en una nota de prensa remitida este domingo.
Una reunión de trabajo que ha servido para fijar las «líneas prioritarias» de trabajo en materia agraria y pesquera, «cuestiones básicas» de la agenda socialista en la medida en que más de una quinta parte de la población andaluza se concentra en el medio rural y que el sector primario y la industria agroalimentaria andaluza ocupa a más de 340.000 personas, el 11,5% del empleo total de Andalucía.
La dirección regional del PSOE ha remacado que «tiene muy en cuenta» que Andalucía lidera el sector agroalimentario en España, representa el 25% de la producción final agraria y 33% del valor añadido bruto del sector de España. La importancia del sector agroalimentario en Andalucía y su peso en España y Europa es «fruto del gran trabajo colectivo» que se ha realizado durante décadas.
Un sector que ha logrado ser líder en España gracias a la innovación y la competitividad y la apuesta por el desarrollo rural, con el 21% de las exportaciones agrarias, el 29% de los regadíos y el 45% de la agricultura ecológica en España. Uno de los «grandes éxitos» ha sido lograr consolidar, frente a otras autonomías de España, un «modelo propio» de mundo rural-urbano equilibrado con un peso en la estructura poblacional andaluza de los más altos de España.
Todos estos factores mueven al PSOE de Andalucía para «mantener, profundizar y ampliar la vinculación, la colaboración y el trabajo conjunto que ha caracterizado la relación de la formación socialista con el campo y la pesca en la comunidad, y con el objetivo de buscar respuestas y soluciones ante los retos que afronta este sector».
Para la dirección regional socialista es «fundamental» imprimir un «cambio de rumbo» a las políticas y la gestión de Juanma Moreno y su Ejecutivo, que «incumple todas sus promesas al campo, la pesca y el mundo rural». Estos tres años largos de gobierno se caracterizan, según los socialistas, por la «dejación de responsabilidades y confrontación».
Desde el PSOE de Andalucía se ha advertido de que el Gobierno de la Junta sólo ha ejecutado el 53% del presupuesto de la Consejería de Agricultura y Pesca en 2021, gastando «únicamente» el 36% de incentivos a la agroindustria, el 56% de los recursos previstos en materia de aguas pese a la situación de grave sequía y el 29% de los fondos programados para desarrollo rural.
Como propuesta de trabajo con el campo andaluz, el PSOE de Andalucía se ha comprometido en la consecución de una Política Agraria Común (PAC) «más redistributiva, justa y social» que beneficie a las explotaciones familiares y a los profesionales, que «estimule» las inversiones sostenibles, la incorporación de los jóvenes y la igualdad de oportunidades de las mujeres.
«Es justo poner topes a las mayores explotaciones y a las que no asuman un comportamiento más sostenible. El objetivo es que el sector agrario andaluz se beneficie de la PAC más social hasta la fecha», según los responsables socialistas, que reclaman «más información e implicación» del Gobierno de la Junta en apoyo a los agricultores y ganaderos para implementar, por ejemplo, el segundo pilar del sistema para ayudar a la transiciones verde y digital del sector que permitirán conseguir más fondos de la propia PAC y del Perte agroalimentario puesto en marcha por el Gobierno de España con los fondos Next Generation EU.
Para el PSOE de Andalucía, es «imprescindible» abordar la sequía como un problema estructural, así que el compromiso socialista es trabajar junto al sector agrícola y ganadero en la búsqueda de soluciones permanentes que garanticen el abastecimiento humano y los usos agrícolas del agua, desde la seguridad medioambiental y con los análisis precisos en cada territorio y momento para la adopción de decisiones acorde con la realidad.
La dirección socialista andaluza ha planteado rentabilizar «al máximo» la apuesta del Gobierno de España por un «regadío eficiente y sostenible» en el país, y ha resaltado que ya está en marcha para afrontar la sequía la «mayor inversión estatal» en décadas en la modernización de los regadíos en Andalucía, con 144 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia asignados a la comunidad.
Desde el PSOE andaluz se ha reivindicado la aplicación de la Ley de Cadena Alimentaria, aprobada con el voto en contra del PP, con el objetivo de asegurar que los productores puedan cubrir los costes de producción y mediante la puesta en marcha con agilidad de las medidas e instrumentos necesarios.
El apoyo socialista es incondicional a agricultores, ganaderos y gente del campo para asegurar su pervivencia frente a la «tibieza de las derechas», que rechazaron esta norma pese a que incide en el control por parte de la Unión Europea de cupos agrarios de terceros países que hacen competencia desleal por sus menores costes de mano de obra y su mayor laxitud en las normativas medioambientales y de consumo.
Otras líneas de trabajo esenciales del PSOE andaluz en la defensa e impulso del sector primario son la apuesta cerrada por la pesca y la acuicultura sostenibles, con cuotas justas de capturas para el sector pesquero andaluz del Mediterráneo y el Atlántico, y el respaldo a la caza en sus diferentes modalidades y desde la sostenibilidad ambiental y social.
Estos planteamientos encajan, según la ejecutiva regional socialista, en la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética actualmente en tramitación, que defiende un modelo de caza sostenible, integrado en el desarrollo rural y que aporta en la lucha contra la despoblación, y establece directrices para un ejercicio ordenado y sostenible de esta actividad, con sistemas de información y seguimiento conforme al mejor conocimiento científico disponible; coordinación entre administraciones y sectores para atender las demandas medioambientales, sociales y económicas en la gestión cinegética, y mejoras en la imagen social de la caza a través de formación y más promoción de sus beneficios medioambientales, socioeconómicos y culturales.