Un reciente análisis realizado por CCOO-A ha puesto en evidencia una alarmante escalada en las agresiones contra los profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), con cifras que reflejan un incremento imparable en 2024. En comparación con el año anterior, el aumento alcanza un 19,31%, pero lo que realmente resalta es el crecimiento desmesurado de las agresiones físicas, que se disparan un 26%. De hecho, las agresiones han superado las cinco al día, más del doble que hace tan solo diez años.
En un comunicado, el sindicato ha señalado que el origen de este fenómeno radica tanto en la falta de medidas efectivas para frenar los ataques como en el progresivo deterioro del sistema de salud público, que se ve reflejado en la creciente imposibilidad de ofrecer una atención adecuada. A esto se suman los interminables tiempos de espera para los pacientes, la dificultad de obtener citas en Atención Primaria y la continua externalización de servicios, lo que ha dejado al sistema sanitario al borde del colapso.
“Las cifras oficiales solo recogen los incidentes registrados, por lo que la realidad es aún más grave. A esto hay que añadir las agresiones virtuales, que tampoco son contabilizadas. En consecuencia, los datos oficiales del SAS no muestran la magnitud total del problema”, ha alertado Daniel Gutiérrez, responsable del gabinete de análisis y estudios de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios del sindicato.
El informe detalla que la mayor parte de las agresiones se producen en el ámbito de la Atención Primaria (52%), y en su mayoría no son físicas (90%). Sin embargo, en los hospitales se registran tres de cada cuatro agresiones físicas. Una cifra especialmente preocupante es que, en un giro inquietante de los eventos, 50 de las agresiones ocurren fuera de los centros de salud o incluso en el domicilio de los pacientes, lo que revela que las medidas de prevención no deben limitarse solo a los espacios laborales.
Otro dato que la organización sindical ha querido destacar es la alarmante disparidad en la probabilidad de sufrir agresiones: en el ámbito hospitalario se producen 9,3 agresiones por cada 1.000 trabajadores, mientras que en Atención Primaria la cifra asciende a 31,32. Esto significa que un profesional de Atención Primaria tiene tres veces más probabilidades de ser agredido que uno de Atención Hospitalaria, lo que subraya la ineficacia de las medidas actuales, especialmente en el primer nivel de atención.
Desde CCOO-A lamentan la carencia de medidas adecuadas de seguridad en los centros de salud, que a menudo se ven convertidos en auténticas «ratoneras», con infraestructuras inadecuadas y la ausencia de personal de seguridad. Los botones antipánico se solicitan, pero su instalación se retrasa interminablemente, y las consultas no están adecuadamente comunicadas entre sí, lo que agrava la situación.
A este escenario de creciente inseguridad, CCOO-A ha vinculado el repunte de agresiones a la falta de cumplimiento por parte de la Junta de los pactos alcanzados con los sindicatos. De acuerdo con el sindicato, las medidas acordadas en el Pacto de Atención Primaria, que incluyen una mayor dotación de personal, la mejora de la cartera de servicios y la reducción de la presión asistencial, podrían haber aliviado esta situación y, por ende, disminuido los riesgos a los que se enfrentan los profesionales.
Por todo esto, CCOO-A ha exigido un «verdadero plan de choque», negociado con los sindicatos, que contemple un «presupuesto adecuado» destinado tanto a la prevención de agresiones como a reforzar la seguridad en los centros de salud y en su entorno. Además, han propuesto una campaña de concienciación ciudadana mucho más amplia que la actual, que aborde tanto los aspectos punitivos como los preventivos para frenar esta creciente ola de violencia.