Investigadores del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) y de la Universidad de Sevilla (US), en colaboración con el Karolinska Institutet, han identificado, tras más de siete años de investigación, un nuevo de tipo celular «clave» cuyo rol en los procesos de desarrollo de la memoria y el aprendizaje es crítico, publicado en la revista ‘Nature Neuroscience’.
La investigación ayuda a entender como maduran los sistemas neuronales con funciones decisivas para el comportamiento humano. En profundidad, el estudio resalta el papel de la microglía, un conjunto celular del cual estamos experimentando una eclosión de información muy importante durante los últimos años por su implicación en diversas patologías cerebrales como la enfermedad de Alzheimer, según ha indicado el Instituto en una nota de prensa.
Con el nombre de microglía se conoce a un grupo de células inmunitarias que se encuentra en el sistema nervioso central, o SNC. Estas células actúan como la primera línea de defensa del SNC contra lesiones, infecciones y otras amenazas. También desempeñan un papel muy relevante en el mantenimiento de la homeostasis neuronal, la eliminación de desechos y la remodelación de sinapsis (las conexiones entre neuronas).
Al hilo de ello, el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Sevilla e Investigador Responsable del Grupo Envejecimiento neuronal del IBiS, el doctor José Luis Venero, ha explicado que «la microglía se ha definido históricamente como los macrófagos del cerebro, y como tales pertenecen al sistema inmunitario innato».
«Ahora bien, es una célula muy dinámica y cada día resulta más evidente que este grupo juega, además, un papel decisivo en funciones muy importantes del sistema nervioso central: en la conectividad del cerebro, en la regulación de la neurogénesis –la aparición de nuevas neuronas– o en la regulación de la excitabilidad neuronal», ha continuado Venero.
Durante el desarrollo del sistema nervioso central, en las primeras etapas, conocidas como embrionaria y posnatal temprana, se produce la conexión de numerosos sistemas neuronales. Esto es lo que forma el SNC, en definitiva. En dicho proceso, la microglía juega un papel fundamental. Las alteraciones potenciales durante estas fases se relacionan con enfermedades del neurodesarrollo como enfermedades del espectro autista, trastornos bipolares y problemas cognitivos varios.
DESCUBRIENDO LA MICROGLÍA ARG1 +
El equipo de investigación internacional liderado formado por el Instituto de Medicina Ambiental de la Universidad Karolinska en Suecia y la Universidad de Sevilla en España, han descrito en este estudio cómo un subconjunto particular de microglía, expresan la enzima Arginasa-1.
Por esta razón, el grupo de células ha sido denominado microglía ARG1+. A la luz de la investigación, este contribuye al establecimiento del sistema colinérgico neuronal, el cual está involucrado en muchas funciones importantes del cerebro, durante el desarrollo posnatal temprano del ratón.
Usando imágenes de todo el cerebro de estos animales, se descubrió que la microglía ARG1 + se encuentra en regiones específicas del cerebro en desarrollo, predominantemente en el cerebro basal anterior y el estriado ventral, donde se encuentran los cuerpos de neuronas colinérgicas en gran número.
La subclase microglíal ARG1 + coexiste con la conocida microglía homeostática (ARG1 -) dentro de esas regiones cerebrales, lo que indica que deben tener propiedades intrínsecas. El análisis de secuenciación de su genoma demostró que la microglía ARG1 + exhibe un perfil de expresión génica distinto en comparación con la microglía que no expresa ARG1.
«Nuestro estudio ha identificado a una subpoblación específica de la microglía en la maduración del sistema colinérgico», ha incidido el catedrático, y al mismo tiempo ha apuntado que «este es fuertemente afectado cuando se sufre la enfermedad de Alzheimer. De hecho, la mayoría de los genes de riesgo recientemente identificados en la enfermedad de Alzheimer se asocian de forma muy precisa con la microglía». Esta relación, como ha señalado el doctor Venero, podría desvelar una correlación entre la microglía ARG1+ y la aparición de enfermedades como el alzhéimer.
Asimismo, el catedrático ha subrayado que «queda por ver si la población microglial identificada en nuestro estudio tiene una relación directa con esta enfermedad».
Por su parte, la profesora titular del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Sevilla y miembro del equipo de investigación la doctora Rocío Ruiz ha señalado que «la enfermedad de Alzheimer tiene una mayor incidencia en mujeres. Curiosamente, nuestro estudio demuestra que la eliminación selectiva del gen que caracteriza a esa subpoblación –identificada como arginasa-1– en la microglía produce deficiencias en los procesos de memoria a largo plazo, especialmente en hembras de ratón».
El estudio ofrece una mejor comprensión del desarrollo del cerebro y la contribución de la diversidad de la microglía a ese proceso, y también podría proporcionar nuevas pistas sobre cómo manejar trastornos del neurodesarrollo o neurodegenerativos que presentan un componente cognitivo.
«Hay que tener en cuenta que nuestro estudio aporta claves muy relevantes para entender como maduran los sistemas neuronales con funciones decisivas en nuestro comportamiento», señalan los expertos.