En Andalucía suena el tambor electoral. Lleva sonando meses, pero el ruido es actualmente ensordecedor. En cualquier caso, Moreno Bonilla no se atreve a pulsar el botón de la convocatoria electoral vistos los resultados en Castilla y León, con el ascenso de la ultraderecha; el posterior pacto que en esa comunidad ha firmado el PP con Vox y la situación de grave crisis que se ha vivido en el seno popular. Todo parece indicar que el actual presidente de la Junta de Andalucía va a agotar algunos meses más antes de atreverse con la convocatoria electoral.
En la comunidad andaluza, la situación política del gobierno de la Junta no es fácil. Por un parte, sufre una gran contestación en las calles andaluzas, principalmente por la sanidad pública, de la que los usuarios se quejan de abandono y privatización.
Otros servicios públicos como la educación o la dependencia también son objeto de fuertes protestas. Por otra, Moreno Bonilla ya sabe que para reeditar su gobierno no podrá contar con su actual socio, Ciudadanos, cuya relevancia política nacional ha caído en picado y está desapareciendo de todas las cámaras parlamentarias que renuevan su composición. En este sentido, si el PP quiere mantener la presidencia de la autonomía más gobernada del país deberá someterse a un pacto con la ultraderecha.
En este sentido, Castilla y León ha abierto la veda. La comunidad se ha convertido en el primer territorio de la Unión Europea en el que la ultraderecha accederá al poder. El nuevo PP de Feijóo ha demostrado que poco más le importa que gobernar y accederá a que la radicalidad de Vox entre en el puente de mando de una comunidad autónoma. Las primeras noticias de esa comunidad hablan de un acuerdo que impondrá un peligroso giro hacia la extrema derecha en aspectos tan delicados como la igualdad.
De esta forma, es el Partido Popular el que está dando alas a que la ultraderecha destroce consensos aceptados de nuestro modelo social. Es el caso de la violencia de género, que Vox niega su existencia. Y en Andalucía, todo parece indicar que Moreno Bonilla ha lanzado la orden de ir acercándose a esa extrema derecha de la que sabe necesitará para seguir manteniendo su sillón en el Palacio de San Telmo. Y una de las primeras manifestaciones en este sentido han venido del que es, posiblemente, el consejero más en entredicho del gobierno de Moreno Bonilla: Jesús Aguirre, de Salud.
Aguirre ha manifestado, literalmente, que prefiere hablar de «violencia intrafamiliar» que de violencia de género. El político popular ha defendido el uso del concepto que utiliza Vox desde su entrada en las instituciones frente al de violencia de género. Según Aguirre, la violencia intrafamiliar es más «representativo».
«La violencia de género es la del hombre contra la mujer, mientras que la violencia intrafamiliar incluye también la que se dirige contra niños o personas mayores. Puede ser más representativa de lo que sucede en nuestra sociedad y, en ese sentido, no veo problema en ampliar el concepto», ha señalado el consejero de Salud, haciendo un claro guiño al futuro acuerdo que Moreno Bonilla buscará con Vox.
Estas manifestaciones han levando una auténtica ola de indignación en toda Andalucía. Oposición, colectivos de igualdad, mujeres a título particular o el mismísimo Consejo Andaluz de Participación de Mujeres, a través de sus vocales, que ha emitido un duro comunicado en el que condenan la expresión del consejero y exigen una «inmediata rectificación».
Las vocales del Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres condenamos las declaraciones del Consejero de @saludand Jesus Aguirre y exigimos inmediata rectificación. pic.twitter.com/BrpzBpiijd
— VocalesCAPMujeres (@CapVocales) March 16, 2022
Por su parte, la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz de Ciudadanos, ha defendido al consejero y se ha limitado a decir que quizás «no se ha explicado bien»: «Yo he hablado con él. Son términos totalmente distintos, violencias distintas, porque además está así contemplado en el código penal. La violencia intrafamiliar es una violencia doméstica dentro los miembros de la familia. La violencia de género, además con el convenio de Estambul, no se circunscribe al ámbito familiar, es un concepto muchísimo más amplio. Es toda la violencia que se ejerce sobre la mujer por el hecho de ser mujer»,
La situación política en Andalucía está subiendo el tono en un periodo preelectoral total. Moreno Bonilla ya sabe que necesitará el apoyo de Vox para seguir siendo presidente de Andalucía y manifestaciones como la que se ha vivido hoy van en el camino de acercar posturas y encontrar marcos dialécticos e ideológicos comunes entre el PP y la ultraderecha.