El Consejo de Ministros ha aprobado, a propuesta del ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, la celebración del contrato para la ejecución de obras de adecuación integral del Museo Arqueológico de Sevilla, por un valor estimado de 26.648.760,10 euros (IVA incluido). El proyecto, redactado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, ha sido objeto de actualización a los precios actuales del mercado, siendo supervisado y aprobado técnicamente el pasado 7 de marzo.
Para llevar a cabo la contratación, la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Cultura, organismo autónomo adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte, cuenta con crédito disponible en su presupuesto. La retención por el importe total se efectuó el pasado 14 de marzo, con cargo a la aplicación presupuestaria 24.105.333A.620.02 y con arreglo a la siguiente distribución de anualidades:
La autorización de la contratación objeto de este acuerdo compete al Consejo de Ministros, de conformidad con lo establecido en el artículo 324.1.a) de la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público, por la que se transponen al ordenamiento jurídico español las Directivas del Parlamento Europeo y del Consejo 2014/23/UE y 2014/24/UE, de 26 de febrero de 2014.
Las múltiples intervenciones a realizar como objeto de esta licitación, están marcadas por un programa de necesidades y un Plan Museológico que aúnan la rehabilitación del histórico edificio con la mejora de su discurso expositivo, la modernización de sus instalaciones y, sobre todo, la transformación de los espacios de recepción y circulación para facilitar el acceso del público.
El objetivo es, por tanto, la integración del Museo Arqueológico de Sevilla -museo de titularidad estatal y gestión transferida- en la corriente de museos de nueva generación, capaces de lograr una mayor interacción social y reconocimiento cultural, de modo que sean inclusivos y receptivos a toda la ciudadanía.
Edificio histórico
El edificio se construyó con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929 en el entorno del Parque de María Luisa, enfrentado al antiguo Palacio de Arte Antiguo o Pabellón Mudéjar, actual Museo de Artes y Costumbres Populares. Responde a un proyecto de estilo, imitando lo que los historiadores llamaron Renacimiento Plateresco, y sigue la línea del Pabellón Urioste de la Exposición de París de 1900 y del edificio Salaverry para Blanco y Negro.
El edificio fue construido con materiales de no excesiva calidad, como respondía a su condición de pabellón efímero. Se trata de una construcción exenta, longitudinal, rodeada de amplios espacios libres en todos sus frentes. Se compone de nueve cuerpos distribuidos de forma simétrica y longitudinalmente respecto de un eje central, marcado por el acceso principal. El gran cuerpo central se organiza en torno a un gran salón oval.
En 1942 se trasladan al edificio las valiosas colecciones arqueológicas desde el Antiguo Convento de la Merced y se constituye como nueva sede del Museo Arqueológico de Sevilla. Con el paso de los años, las colecciones fueron incrementándose con nuevos piezas, lo que llevó, a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, a realizar diversas intervenciones para adecuar, ampliar, reparar y modernizar el edificio, según lo requerían las necesidades de la institución.
El proyecto persigue solventar los déficits funcionales y técnicos del edificio con una actuación integral, que también busca revertir las sucesivas adiciones parciales realizadas. Además, se propone restaurar la imagen y espacialidad del edificio primitivo, mientras se mantiene el programa de usos optimizando su operatividad.