Diez jóvenes de Llerena se han convertido en héroes locales tras emprender un viaje de emergencia hacia Catarroja, Valencia, para apoyar a los vecinos afectados por las graves inundaciones provocadas por la DANA. Este grupo, que nació por el boca a boca, integrado por Ángel, Candi, Fátima, Xenia, Elena, Fabio, María, Jesús, Hugo y Javi, respondió rápidamente al llamado de ayuda tras recibir noticias de un hermano de uno de los voluntarios que es militar, que se encontraba en la zona y describió el difícil panorama que vivían los habitantes, y no dudaron ni un minuto en unirse a él.
La noticia movilizó a toda la comunidad de Llerena, que sin dudarlo, se volcó en apoyo a esta causa solidaria. Vecinos y el Ayuntamiento colaboraron generosamente aportando productos de limpieza, artículos de higiene, botas de agua, sábanas y hasta fondos para cubrir los costos de combustible de los vehículos necesarios para el trayecto. Además de una furgoneta para transportar los materiales, permitiendo que la misión de ayuda partiera con todo lo necesario para asistir a las personas en Catarroja.
Este grupo de voluntarios salió de Llerena el jueves a las 19:00 h y, tras un viaje de ocho horas y más de 600km, llegaron de madrugada a Valencia. Sin apenas tiempo para descansar, el viernes por la mañana se pusieron manos a la obra en una urbanización fuertemente afectada por las inundaciones. Durante todo el día trabajaron incansablemente limpiando un parque de juegos para los más pequeños de la urbanización que no podían bajar de sus casas, ya que todo estaba lleno de barro. Despejando escombros y quitando todo el barro que pudieran. Distribuyeron los suministros entre vecinos de la localidad de Catarroja y en los puntos de distribución.
El sábado el equipo continuó ayudando en distintos puntos de la zona afectada, pero regresó a la misma urbanización para completar el trabajo iniciado. Además de colaborar en labores de limpieza, estos jóvenes ofrecieron apoyo emocional a los residentes, brindándoles palabras de ánimo y escuchando sus testimonios. Durante su estancia, los voluntarios se dividieron para alojarse: algunos se hospedaron en un hostal, mientras que otros pasaron las noches en el Polideportivo de Silla, que ofrecía alojamiento temporal para los voluntarios. Asimismo, el grupo quiso agradecer especialmente al Centro Cultural Andaluz Dansart Silla, que, tras cada extenuante jornada de trabajo, les recibía con comida caliente y una gran sonrisa. “Después de horas de trabajo y cansancio, era muy reconfortante ver que alguien te esperaba con una comida caliente y unas palabras de apoyo”, comentó uno de los voluntarios.
El regreso a Llerena el domingo fue emotivo y lleno de gratitud. Muchos de los vecinos de Catarroja expresaron su agradecimiento a los jóvenes, quienes regresaron a casa con el corazón lleno y la satisfacción de haber marcado una diferencia en las vidas de algunas personas. Este esfuerzo colectivo es un recordatorio del poder de la solidaridad y del impacto que la empatía y la acción pueden tener en tiempos de crisis. La iniciativa de estos diez jóvenes y el apoyo de toda la comunidad de Llerena demuestra que, en momentos de adversidad, la unión entre pueblos puede superar cualquier distancia.