A partir del 1 de enero de este año, todos aquellos alumnos que estén estudiando una carrera universitaria o formación profesional y realizando prácticas regladas, empezarán a cotizar como trabajadores por cuenta ajena del Régimen General de la Seguridad Social, es decir, este periodo computará a efectos de jubilación, incapacidad, viudedad, maternidad, etc.
Estás prácticas formativas o prácticas académicas se pueden realizar en empresas, instituciones o entidades incluidas en programas de formación.
La base de cotización mensual aplicable a efectos de prestaciones será la base mínima de cotización, sin embargo, no cotizarán por desempleo, FOGASA o formación profesional ni tampoco aportarán al MEI. Por su parte, las empresas tendrán una deducción del 95% en las cotizaciones para contingencias comunes, pero no podrán acogerse a otros beneficios en la cotización. El coste estimado por estudiante es de unos 10 euros al mes, de media. La medida está previsto que afecte a alrededor de un millón de estudiantes en nuestro país.
Igualmente, quienes hayan hecho este tipo de prácticas en los dos años anteriores, pueden pedir que se les aplique este sistema de forma retroactiva y que el tiempo en prácticas les cuente como tiempo cotizado, mediante la realización de un convenio especial con la Tesorería General de la Seguridad Social.
Esta medida, que por fin entra en vigor este año, viene a saldar una deuda con los jóvenes españoles, a mejorar sus derechos y ampliar la acción protectora de los alumnos en prácticas. Y nuevamente es un gobierno progresista quien sigue ampliando derechos.
Alfonso Muñoz Cuenca
Funcionario de Seguridad Social
Senador 2018-2023