La provincia andaluza más castigada por el cierre de clases decretado por la Junta de Andalucía es Sevilla. Así lo ha manifestado el sindicato USTEA en un comunicado en el que añade que la localidad más afectada es la capital hispalense, con 41 supresiones.
La práctica totalidad de los municipios sevillanos ha visto reducida en mayor o menor medida sus clases en los colegios públicos, destacando los casos de Dos Hermanas, Tomares o San José de la Rinconada.
El gobierno de Juanma Moreno ha suprimido este curso 239 clases en Andalucía. La provincia más castigada por el cierre de clases es Sevilla, con 188 unidades suprimidas y tan solo 68 creadas, con lo que esta provincia tiene este curso 120 clases menos de Infantil y Primaria. Esta cifra viene a sumarse a las 123 clases suprimidas en el curso 2019-20 y las 198 del curso anterior, siendo 441 las unidades suprimidas de infantil y primaria en lo que va de legislatura en la provincia.
Las 120 clases eliminadas en la red de centros públicos de Sevilla contrastan, como en años anteriores, con las cifras de la enseñanza concertada que mantiene prácticamente el mismo número de aulas.
Por localidades, destaca Sevilla capital que ha visto reducida su red de centros públicos en 41 las clases de Infantil y Primaria. Esto supone que este curso, la capital cuenta con 1.025 plazas públicas menos que el curso anterior.
Otras localidades especialmente afectadas por los cierres son Dos Hermanas (-7), San José de la Rinconada (-5), Tomares (-5), Bormujos (-4), Carmona (-4), Utrera (-4), Arahal (-3) o Camas (-3). La práctica totalidad de los municipios sevillanos ha visto reducida en mayor o menor medida sus clases en los colegios públicos.
USTEA, junto con las asociaciones de madres y padres, ya avisó durante el proceso de escolarización de marzo de que los criterios aplicados por la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía producirían fuertes recortes en la educación pública, lo que provocó numerosas protestas y movilizaciones.
Las principales protestas se produjeron en Mairena del Aljarafe, ante la posibilidad de que se suprimieran 5 unidades de Infantil en esta localidad. Finalmente, en este municipio del Aljarafe se han suprimido 4 clases en este nivel educativo.
El cierre de una unidad escolar de Infantil supone la eliminación progresiva de clases en los niveles superiores en los próximos años, a medida que el alumnado de esta franja de edad vaya superando cursos.
La eliminación de líneas completas desde Infantil de 3 años a 6º de Primaria en los próximos años supondrá una importante pérdida de puestos de trabajo docente y de recursos en los centros educativos.
En cuanto a la atención a las niñas y niños con necesidades educativas especiales, según los datos de la Consejería de Educación y Deporte se han creado 30 aulas específicas en la provincia. Es un dato positivo, aunque no soluciona la gravísima situación de este alumnado que, como denuncian familias y profesionales, se encuentra seriamente desatendido.
Prueba de ello son las continúas protestas de las familias afectadas, la última de ellas se produjo hace unos días, cuando madres y padres de El Cuervo, Palomares y San José de La Rinconada se concentraron ante la Delegación de Educación, pidiendo orientadores y orientadoras, profesionales de audición y lenguaje (AL), pedagogía terapéutica (PT) y personal técnico de integración social (PTIS).
La necesidad de bajar la ratio para mitigar el problema de masificación en las aulas es una reivindicación histórica de la comunidad educativa, en base a necesidades pedagógicas y sanitarias. USTEA ha recogido esta reivindicación con la presentación de una ILP (Iniciativa Legislativa Popular) en el Parlamento para modificar, en este sentido, la Ley de Educación de Andalucía.